El importe de la factura pública en medicamentos subió en enero un 1,99%

El gasto farmacéutico a través de recetas del sistema nacional de salud fue en enero pasado un 1,99% superior al del mismo mes del año pasado, según datos de la web del Ministerio de Sanidad. Esa cifra contrasta con el aumento de diciembre, que fue del 18%.El incremento de los últimos 12 meses queda en el 11,41%. El dinero gastado en enero fue 8,9 millones de euros.

Para Sanidad, estos datos reflejan el efecto de la entrada en vigor de los nuevos precios de referencia. Este sistema, que empezó a aplicarse el día 1 de enero, afectó a 2.072 presentaciones farmacéuticas, que bajaron su precio un 40% de media.

El impacto de la rebaja se ha repartido de manera irregular entre las comunidades autónomas. Donde más creció la facturación fue en Baleares (9,05%). En el otro extremo, el gasto disminuyó en Navarra un 2,31%, en Canarias un 2,22% y en Galicia un 0,72%.

Estos datos tienen todavía que ser confirmados por Sanidad, que no ha hecho público todavía el resultado de la investigación del gasto farmacéutico en diciembre del año pasado. El Ministerio estaba estudiando si se habían producido irregularidades en la facturación, con la inclusión en el mes de diciembre de recetas vendidas en enero. Con ello los farmacéuticos -que han negado esta posibilidad- habrán facturado medicamentos rebajados a precio antiguo.

En este sentido destaca que en enero de 2003 el número de recetas pagadas fue de 30,2 millones, un 1,73% menos que en 2002. Este dato podría confirmar las sospechas de Sanidad, pero el Ministerio todavía no se ha pronunciado al respecto. El número de prescripciones sólo aumentó en Baleares (el 5,98%), Asturias (1,53%), Cantabria (1,20%) y La Rioja (1,05%).

Por otro lado un estudio sobre la reducción del gasto sanitario que presentó ayer IBM Business Consulting indica que los sistemas sanitarios podrían ahorrase 1.000 millones de euros mejorando los sistemas de compras, almacenamiento y logística. El informe subraya que las administraciones no utilizan en sus compras el poder que les da su tamaño, que no usan prácticas como la subcontratación de almacenes y que faltan sistemas de información ágiles para gestionarlos.