A la búsqueda desenfrenada de Harry Potter

Los magos lo tuvieron ayer fácil para pasar inadvertidos por las calles de toda España. Los muggles (los no brujos) celebraron el sábado de carnaval. Mientras ellos usaban las máscaras para disfrazarse, los brujitos podían quitársela sin miedo a ser descubiertos. Es lo que hicieron miles de "aprendices de brujos" que quisieron ser los primeros en sostener en sus manos el kilo y pico que pesan las 896 páginas de Harry Potter y la Orden del Fénix (Salamandra), el quinto libro del mago ideado por J. K. Rowling. El precio del libro, 23 euros o 115 knuts (la moneda de cobre que usan en Hogwarts).

"21 de febrero. El gran día ha llegado", rezaban los carteles de promoción de La Orden del Fénix que durante más de un mes han ido marcando la cuenta atrás en distintas librerías. Los empleados de La Casa del Libro, en el barcelonés paseo de Gràcia, no cesaban de preparar bolsas especiales con la nueva obra protagonizada por Potter. En este establecimiento, a mediodía, la mitad de sus ventas del día correspondían a algún producto relacionado con este personaje. Y es que, con La Orden del Fénix, todo volvió a resultar ayer tan espectacular como era de esperar tratándose del mago. Por ejemplo, que la obra sea el libro en lengua catalana con la primera tirada mayor de la historia (95.000 ejemplares) ya no sorprende. "Lo que no queremos es que en ningún momento las librerías se queden vacías de ejemplares", señaló una portavoz de Empúries, su editorial catalana, que ya prepara la segunda edición. Salamandra ha editado en castellano 950.000 ejemplares. Medio millón para los libreros españoles; el resto, para América Latina y Estados Unidos. Los libros anteriores han vendido hasta ahora, sólo en España, siete millones de copias. Todo parece que se desbordará con La Orden del Fénix. Esta obra vendió en su primer día en Reino Unido (en junio de 2003) un ejemplar cada 23 segundos, en Alemania llegó a 1,2 millones de ventas en 24 horas y en EE UU alcanzó 5 millones de libros el primer fin de semana.

A las diez de la mañana, 300 jovenes esperaban en la puerta de Fnac en Madrid para comprar la quinta entrega de Harry Potter, disfrazados muchos con la bufanda, las gafas y el sombrero del mago. La mayoría la habían leído ya en su edición inglesa, o en alguna versión pirata traducida al español en Suramérica (algunas han circulado en Internet). Pero ello no parecía quitar emoción al momento. En ese establecimiento calculaban que venderían ayer entre 3.000 y 4.000 ejemplares. "Harry Potter está a años luz de otros libros. Por ejemplo, de El código Da Vinci, que está muy de moda, se vendían estas navidades unos 300 libros cada día", contaba Penélope Amoedo, responsable de libros del gran almacén.

En La Casa del Libro de la Gran Vía madrileña, donde ya tenían 600 volúmenes reservados, estimaron que llegarían a mil ventas. Como no querían que les ocurriera como con el libro en inglés, que se agotó una hora después de abrir, tienen 4.000 ejemplares. Juan Manuel, de 12 años, no cogía un libro antes de que apareciera el personaje de Rowling. Ayer aprovechó que su madre estaba receptiva para adquirir La Orden del Fénix y otros dos que ayudan a entender el mundo de Potter.

Herminia Izquierdo, trabajadora de una de las dos sedes bilbaínas de La Casa del Libro, no había visto en su larga vida de librera una expectación como la que ha provocado la quinta entrega de las aventuras de Harry Potter, informa Txema G. Crespo. Las principales librerías de Bilbao vivieron igualmente un sábado intenso, animado, como en el resto de las tiendas que organizaron fiestas, por cuentacuentos. En Topbooks, sus dependientas se disfrazaron de brujas. "No ha habido colas, pero está siendo un continuo goteo", señalaba otro librero. En San Sebastián, medio centenar de chicos asistieron a la fiesta organizada por la librería Zubieta. Fue abrir el establecimiento y llenarse. "Si puedo, me lo acabo para el domingo", dijo Íñigo, desde Vitoria, sin soltar la mano de su hermano, al que sin ninguna clase de dudas le fascinaba mucho más una torre de gominolas que había cerca de los libros.

Cientos de niños acudieron ayer a La Casa del Libro de Sevilla a comprar Harry Potter y la Orden del Fénix, informa Santiago Belausteguigoitia. Algunos de ellos aguardaron más de una hora a que la librería abriese, como si temieran quedarse sin su ejemplar. Aquí también eran muchos los disfrazados. El plato fuerte fue la instalación en la librería de un buzón mágico en el que los niños echaron sus cartas con dibujos, preguntas, sugerencias y relatos dirigidos a Harry Potter o a J. K. Rowling.

En Valencia, informa Ignacio Zafra, el fenómeno Harry Potter se convirtió en una "auténtica locura", en palabras del responsable de la librería de la Fnac. Decenas de jóvenes, que aguardaron durante más de una hora la apertura de los grandes almacenes, recorrieron como una turba las instalaciones en busca de un ejemplar. El encargado calculaba que las existencias se agotarán a lo largo de esta mañana. En El Corte Inglés de la calle de Colón, a la estampida de primera hora de la mañana siguió un "continuo goteo" de ventas. Juan, de 14 años, con un parecido asombroso a Potter, se declaraba seguidor incondicional del mago. "Tengo todos los libros y estaba esperando a que saliera éste, aunque ya me lo compré en inglés".