La amenaza de Arcelor de cerrar plantas haría perder unos 800 empleos en Asturias
La decisión del grupo afecta directamente a los hornos altos y acerías del Principado
El eventual cierre de instalaciones en Europa anunciado por el grupo siderúrgico Arcelor, primer productor mundial de acero, a causa de la directiva europea que penalizará las instalaciones contaminantes para cumplir con el Protocolo de Kioto, afectaría en España a los hornos altos y acerías que su filial Aceralia tiene en Asturias, según fuentes de la compañía. La medida, que Arcelor confía en no verse obligado a aplicar, supondría, no antes de una década, la pérdida de 800 de los 7.400 empleos del grupo en el Principado, región que concentra la mitad de su plantilla española.
La clausura de centros de producción, posibilidad anunciada el jueves pasado por el consejero delegado del grupo, Guy Dollé, se limitaría a las instalaciones de fabricación básica, que son las más contaminantes y las que elaboran los productos de menor valor añadido: los hornos altos, en los que se obtiene el arrabio a partir del mineral de hierro; las baterías de coque anexas, que suministran el combustible obtenido de la hulla para el proceso de fundición del hierro en los hornos, y las acerías, donde el arrabio se transforma en acero.
En España, los cierres afectarían sólo a las factorías asturianas, las únicas integrales existentes en el país. En concreto, se verían abocadas a su paralización los dos hornos altos de Gijón, las dos acerías de Gijón y Avilés y las baterías de coque de ambas fábricas, que, en conjunto, ocupan a unos 800 trabajadores de los 7.432 con que cuenta Aceralia (filial española) en Asturias.
Los 7.500 empleos restantes de Aceralia se reparten, fundamentalmente, en Madrid, Sagunto, Zaragoza, Navarra, Vizcaya y A Coruña. La viabilidad de la Acería Compacta de Vizcaya, en Sestao, que produce acero por otro procedimiento (horno eléctrico), no se vería comprometida porque sus emisiones a la atmósfera son muy limitadas.
En el supuesto de abandono de la producción de arrabio en Europa, Arcelor produciría el acero en terceros país e importaría las bobinas en caliente desde esas fábricas extracomunitarias para alimentar sus trenes de laminación y plantas acabadoras europeas. Arcelor, además de instalaciones industriales propias en 60 países, mantiene acuerdos con la compañía china Bao Steel y la japonesa Nippol Steel.
Costes para la empresa
Pero el gigante siderúrgico confía en que el abandono de la producción básica en Europa no llegue a producirse. Arcelor espera que prospere su recurso, presentado el 15 de enero ante el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas, contra la directiva comunitaria de derechos de emisión. La UE ha ratificado el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 2010 en un 8% respecto a 1990. En estemarco, España se ha comprometido a que sus emisiones no superen en la fecha límite en un 15% las emisiones de 1990. El coste anual para las compañías españolas se calcula entre 1.500 y 4.000 millones de euros.
Arcelor basa su oposición en que sus principales competidores internacionales -productores de China, Rusia, Brasil y Estados Unidos- no se verán obligados a asumir esos sobrecostes medioambientales, dado que sus Gobiernos no han suscrito el Protocolo de Kioto. De esta forma, tendrán menores costes.
De no prosperar el recurso de Arcelor, los cierres no se producirían antes de 2010-2012. En el caso de Asturias, el riesgo de clausura de plantas aún se demoraría más. Fuentes de Aceralia creen que una hipotética paralización de las instalaciones de cabecera de Gijón y Avilés no se produciría hasta dentri de más de una década, dado que se trata de las más modernas con que cuenta Arcelor. De hecho, uno de los hornos altos de Gijón acaba de ser remodelado y el otro está previsto que lo sea de inmnediato. En enero pasado, el presidente del Consejo de Arcelor, el luxemburgués Joseph Kinsch, declaró al diario Le Monde que las instalaciones asturianas son las más competitivas, junto a las francesas de Dunkerque y Fos-sur-Mer, y la belga de Gante. Arcelor tiene 14 hornos altos en la UE (siete en Francia, cuatro en Bélgica, cuatro en Alemania y dos en España).
Respecto al cierre, el secretario general de la Federación del Metal de UGT, Manuel Fernández Lito, afirmó ayer que "probablemente se trate de un globo sonda y de mensajes dirigidos a determinadas instancias. Si en el futuro hay que tomar algún tipo de [estas] medidas, estoy convencido de que nada tendrá que ver con lo de Kioto". Por otro lado, la Federación Minerometalúrgica de CC OO exigió a Arcelor que analice "con calma" su amenaza e instó al grupo siderúrgico a preservar sus puestos de trabajo y a esforzarse por cumplir con Kioto. El sindicato expresó su preocupación por las "dudas e incertidumbres" que el Protocolo genera en la industria española.
El hipotético cierre en Asturias constituiría la desaparición definitiva de la siderurgia integral en España. Los dos hornos altos de Gijón son los únicos que quedan tras el achatarramiento en la pasada década de la cabecera de Altos Hornos de Vizcaya, la posterior desaparición de los de Avilés (Asturias) y la demolición, un decenio antes, de los que tenía en Sagunto Altos Hornos del Mediterráneo. Para Asturias, el cierre de la cabecera siderúrgica sería una nueva adversidad para su estructura industrial, que ya tuvo que soportar la destrucción neta de 97.300 empleos entre 1977 y 1997, de ellos 18.600 en la siderurgia.
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