Charlize Theron descompone su belleza para luchar por el Oscar

El glamour del día lo aportó sin duda la actriz Charlize Theron, que ha acudido a Berlín para presentar su película Monstruo, por cuyo trabajo ya ha conquistado el Globo de Oro junto a numerosos premios de asociaciones de críticos estadounidenses, y por el que aún aspira al Oscar a la mejor intérprete. Pero en el festival de Berlín le ha surgido una fuerte competidora, al menos en la opinión de muchos. Se trata de la actriz danesa Ann Eleonora Jorgensen, por su interpretación en la película En tus manos.

Eleonora Jorgensen no es tan famosa como la Theron ni tiene el atractivo de Hollywood, pero cautivó a cuantos vieron su película hasta el final.

La actriz danesa Ann Eleonora Jorgensen cautiva por su interpretación

Los programadores parecen reservar para la recta final los títulos más esperados

Monstruo ha sido un empeño personal de Charlize Theron hasta el punto de haber participado activamente en la producción de la película. Quizá, harta de ser clasificada como chica guapa (lo es, y mucho), ha repetido el sueño de otras actrices (Jessica Lange en Frances, Nicole Kidman en Las horas...), es decir, el de interpretar a un personaje duro, y a ser posible con la cara y el cuerpo desfigurados, lo que, al parecer, gusta mucho en la Academia de Hollywood. Monster es la tercera película que dirige la joven Patty Jenkins, pero no es su posible talento lo que aflora sino el apasionado ímpetu de Charlize Theron, que se desvive por demostrar en cada plano sus excelencias para la interpretación. Monstruo es un recital al servicio de su lucimiento. Vaya por delante que lo consigue.

La historia está basada en la vida de Aileen Wuornos, prostituta de autopistas, desechada socialmente, que cuando sufrió la violenta agresión de un cliente acabó matándolo en defensa propia. Sintiéndose querida por una timorata lesbiana -modesta, pero espléndida, Christina Ricci-, Aileen se propuso mimarla, para lo que siguió buscando dinero entre sus clientes... y matándolos también, aunque con la mala suerte de que el sexto era un policía; detenida y juzgada, fue condenada a muerte, sentencia que se cumplió hace dos años. Charlize Theron da una vigorosa versión del personaje, tierna a veces, desagradable otras, apoyada en una composición quizá más espectacular que sincera, pero sin rizar el rizo. Lo cierto es que hace un muy buen trabajo. Sus seguidores, desde luego, no deben dejar de verla.

En una línea interpretativa más íntima y escueta, Ann Eleonora Jorgensen (la peluquera de Italiano para principiantes) encarna en En tus manos a una mujer del clero que dirige los servicios religiosos de una cárcel. Allí conoce a una extraña reclusa (Trine Dyrholm, más conocida por el público español, aunque quizá no por el nombre, al ser habitual intérprete de las películas Dogma, en cuya estética esta película se incluye).

Dicha reclusa, que al parecer tiene dotes mágicas o sobrenaturales, logra que sus compañeras drogadictas abandonen la adicción, e incluso que la religiosa, que es estéril, quede embarazada de su novio. Los médicos advierten, sin embargo, de que el feto puede tener deformaciones, y la religiosa se debate ante la posibilidad de abortar. Es el trabajo de las dos actrices lo que convierte este extraño melodrama en un espectáculo.

En 2001, la directora Annette K. Olsen había obtenido con su primera película, Små ulykker, el premio Ángel Azul con que este festival destaca la aportación de un cineasta joven (Montxo Armendáriz lo logró en 1997 con Secretos del

corazón), y la expectación por su nueva película era evidente. Quedará, sin embargo, para teólogos la interpretación última de la película; para los espectadores de a pie sólo el talento de sus intérpretes, que convierten tan misterioso drama en un conflicto cotidiano.

Admiración que es difícil trasladar a la tercera película de la jornada, Hermoso país, del noruego Hans Petter Moland, de quien en 1995 se premió en San Sebastián 0º grados Kelvin. En esta ocasión, contratado por Terrence Malick, el director noruego narra el largo viaje de un muchacho vietnamita en busca de su padre (Nick Nolte), ex marine que ahora vive en un recóndito rancho de Tejas. Es decir, una especie de América, América, pero sin la creatividad de Elia Kazan. Película prevista como espectáculo visual pero sin el presupuesto suficiente, deja a medio camino sus ambiciones. Así se le hizo saber al director en la rueda de prensa. Molland, que en 2000 obtuvo un gran éxito con Aberdeen, mantiene su buen gusto por los encuadres y sigue logrando que sus actores sean brillantes (lo que no es difícil con, por ejemplo, Tim Roth, que aquí es el capitán del barco de inmigrantes), pero da la impresión de que la película le es ajena.

El jurado, presidido por la actriz Frances McDormand, no tiene aún mucho que discutir. Los programadores parecen haberse reservado para la recta final los títulos más esperados (Angelopoulos, Ken Loach, Rohmer, Kim Ki-Duk...), aunque, como en cualquier festival que se precie, puede saltar la mejor liebre donde menos se espere. Pero quizá como ha empezado ya a nevar, las liebres permanezcan en sus escondrijos esperando temperaturas mejores.