El juez rechaza la acusación de plagio contra Pérez-Reverte
El escritor presentará una querella por amenazas
El Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid ha acordado el archivo de las diligencias en relación con la acusación de plagio presentada por Antonio González Vigil sobre el guión de la película Gitano, del escritor Arturo Pérez-Reverte. Con el fallo en la mano, el académico explicó ayer que en el momento en que sea firme la sentencia, sobre la que cabe la posibilidad de recurso, presentará una demanda contra González Vigil por "amenazas, falsos testimonios, calumnias y daños de honor".
Contento y enfadado a la vez. Así se mostró ayer el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) tras conocer la sentencia basada en cuatro informes periciales y cuya instrucción ha sido lenta. El autor de La Reina del Sur compareció con su abogado, Rafael Marcos, para hablar, por primera vez en dos años, sobre la acusación de plagio que pesaba sobre él. Hasta ahora no ha querido entrar en la guerra de las declaraciones. "Soy periodista y sé lo que es entrar en polémica sin tener nada en la mano", empezó por aclarar.
La demanda, basada en las similitudes con el guión de Gitana. Corazones púrpuras, escrito por González Vigil en colaboración con Juan Madrid -este último negaría después haber colaborado: sólo corregido-, había sido presentada también contra Antonio Cardenal Palomares y Manuel Palacios González, productor y director de la película, pero el nombre que se ha manejado durante todo el tiempo es el del escritor. "Hablo por mí", dijo.
La sentencia señala que las dos obras son relativas al "género gitano", dado el tipo de película de que se trata, lo que no autoriza a hablar de plagio, pues son "más relevantes las diferencias existentes entre los dos guiones que las semejanzas". El perito de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Juan Antonio Porto, señala en su informe que si se parecen ambos guiones es porque los personajes se parecen en los problemas que les aquejan. "No ofrece pruebas consistentes ni evidentes de haberse inspirado con mala fe en el argumento, las situaciones o los diálogos".
Porto concluye que algunas de las similitudes pueden denominarse como "de género". "Una es un simple relato de cine negro, con drogas y ajustes de cuentas, y la otra, una historia en la que predomina el universo gitano con sus leyes y especiales comportamientos".
Gitano se estrenó el año 2000, protagonizada por el bailarín Joaquín Cortés y Laetitia Casta, pero hasta hace dos años Pérez-Reverte no recibió la visita del demandante. "Me dijo que se lo habíamos plagiado y que quería dinero o tendría que atenerme a las consecuencias", añadió. Y cumplió su amenaza.
Pese a la alegría que sintió al recibir la sentencia, Pérez- Reverte no ocultó su cabreo. "Han sido dos años de dura campaña". En algunos medios periodísticos el asunto se llegó a denominar como "el caso Gitano" y se presentó al escritor, en algunos casos vestido de académico, con titulares que lo situaban "acorralado en los juzgados" o camino de la cárcel. Por eso, el autor de La carta esférica ha dado instrucciones a su abogado para que, cuando sea firme la sentencia, presente una demanda contra González Vigil por "chantaje, denuncias falsas, falsos testimonios atribuidos a testigos falsos, calumnias con publicidad y daños al honor y a la imagen". Los que conocen al escritor saben que suele cumplir lo que dice.
"Lo he pasado mal"
Con la vehemencia con que acostumbra enfrentarse a todo, el creador del capitán Alatriste contó que lo ha "pasado muy mal". El escritor, acompañado por su agente, Raquel de la Concha (de la que llegó a decirse que había reconocido que había plagio), añadió que no se trata de una cuestión de imagen: "No vivo de mi imagen, vivo de mi nombre, con el que firmo mis cartas y mis novelas; ése es mi único patrimonio y han tratado de llenarlo de basura". El abogado del escritor destacó que, durante la instrucción del caso, el fiscal había pedido en tres ocasiones el archivo del caso y que el querellante llegó a ocultar un informe de la SGAE en el que se reconocía que no había plagio y pidió otro a la sociedad ALMA.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.