Vizcaya invertirá 217 millones para extender el saneamiento a todos los municipios

La Diputación de Vizcaya tiene previsto invertir casi 217 millones de euros para que en cuatro años todos los municipios del territorio estén conectados a una red de saneamiento de aguas residuales. El titular de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, dijo ayer que en 2007 estarán concluidas todas las obras pendientes.

Pero este compromiso no permitirá cumplir la directiva de la Unión Europea, que establece la obligatoriedad de que todas las localidades de más de 2.000 habitantes tengan para finales de 2005 sus depuradoras de aguas residuales. A fecha de hoy, más de 900.000 vecinos del área metropolitana de Bilbao tienen resuelto el saneamiento y restan otras 100.000 personas. En el resto de Vizcaya, la gran obra pendiente se localiza en la reserva de la biosfera de Urdaibai, que, pese a su protección ambiental, tiene como gran asignatura pendiente el vertido directo a la ría de las aguas fecales de 40.000 vecinos. Este es uno de los principales proyectos que se acometerán hasta 2007.El plan de actuación del Departamento foral de Medio Ambiente contempla la construcción de cuatro nuevas plantas depuradoras (en Ondarroa, Zierbena, Armintza y Otxandio) y trabajos de mejora en otras cinco (Gernika, Mungia, Gorliz, Lekeitio y Güeñes). Para ello se han consignado 34,6 millones de euros. Otros 182 millones se destinarán a la construcción de los colectores, entre los que destacan la red de 20 kilómetros que unirá Muxika y Bermeo, la que va de Gatika a Mungia, y la de Otxandio a Amorebieta. Además, en colaboración con el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, se culminará el saneamiento del área metropolitana.

Las inversiones totales pueden llegar a duplicar los 216 millones de la Diputación, puesto que el Gobierno vasco aportará otros 65 millones dentro del plan marco de la inversión pública y el Consorcio vizcaíno de aguas destinará 44 millones de euros. A ellos se une la financiación del Gobierno central, que asumirá el coste de una depuradora de Bermeo (calculado en 30 millones) y debe financiar también la nueva planta en Lamiako, en el municipio de Leioa, que completará el Plan Integral de Saneamiento del Gran Bilbao.

El plan foral prevé otros 33,8 millones de euros para mejoras en las redes de saneamiento, con la construcción de cinco estaciones de tratamiento en Ispaster, Errigoiti, Arakaldo, Truzios y Arzentales. Una de las primeras actuaciones será la construcción de una balsa en Carranza, donde este verano han surgido problemas de falta de suministro de agua, pese a la reciente puesta en marcha del embalse de La Cerroja.

Por vez primera, la Diputación abordará un plan de mejora del estado de los ríos, con actuaciones de restauración de riberas o el mantenimiento de los caudales ecológicos adecuados. Además, se incorporarán tres nuevas estaciones a la red hidrometereológica en los ríos Barbadun, Altube y Asua. Ahora hay 52 estaciones -de las que 16 dependen del Gobierno y 36 son forales- que miden las precipitaciones, el caudal de los ríos y su calidad, a través del oxígeno disuelto, turbidez o la temperatura del agua.