Los negocios de la gripe aviar
Brasil y Estados Unidos serán los principales países beneficiados por el problema en Asia
Durante las últimas semanas, docenas de millones de aves, especialmente pollos, han sido sacrificados en una decena de países asiáticos para evitar la propagación de la gripe aviar. Estos sacrificios masivos han supuesto recorte de producciones, paralización de sus exportaciones y la apertura de posibilidades de negocio a otros países. Brasil y Estados Unidos serán los más beneficiados, mientras para España el efecto será nulo.
El sector avícola español no tiene posibilidad de ocupar parte de los huecos de mercado y la demanda que dejan los países asiáticos afectados
La producción mundial de carne de ave, fundamentalmente de pollo, se eleva a unos 60 millones de toneladas de las que el 26,8% corresponde a EE UU, el 19,8% a China y un 14,6% a la UE. Por su condición de carnes baratas, se trata de una producción que tradicionalmente ha tenido los mayores crecimientos en países en desarrollo como lo era España en los años sesenta y como lo son ahora una serie de países de Asia y América donde además hay la posibilidad de materias primas baratas para la alimentación animal.
De acuerdo con esa situación, más del 40% de la producción mundial de carne de aves se halla en zonas en desarrollo. De ahí que la actual peste aviar se haya producido en algunos países asiáticos (Indonesia, Tailandia, Vietnam, Corea del Sur, Pakistán, Camboya, Laos, Taiwan, Japón y China). En la mayor parte de los casos, las producciones de pollos en esta zona estaban enfocadas a la demanda interna. Las exportaciones a los países del entorno eran escasas, así como a zonas desarrolladas como la UE, fundamentalmente por razones sanitarias. En 2002, Tailandia constituía casi la única excepción con unas ventas que ascendieron a 136.000 toneladas. De esa cifra, más de 63.000 toneladas se exportaron a Alemania, 41.200 al Reino Unido, 26.000 a Holanda y sólo 184 a España.
Tras conocerse la epidemia de la gripe aviar, y aunque la carne sacrificada y comercializada no tiene efectos perniciosos para la salud, se han bloqueado todas las ventas tanto de animales vivos como del producto sacrificado procedente de los países afectados lo que ha provocado una situación excepcional en el mercado de la carne aviar y, sobre todo, en el pollo.
Una situación que requiere, en primer lugar, suplir los recortes de oferta que se han producido en esos países con el sacrificio de docenas de millones de animales. En segundo término, con la crisis se deberán cubrir también los huecos de mercado que dejará la suspensión de las ventas tailandesas en otros países y en especial en la UE. Todo ello va a suponer la necesidad de aumentar la oferta por parte de otros países para suplir esos recortes de la producción.
Mercado lejano para España
Sobre el papel, todos los demás países productores de carne aviar, y especialmente de pollo, podrían ser los beneficiados de esa nueva coyuntura mundial en el sector. Sin embargo, el beneficio se va a concentrar en unos pocos países, tanto por las características de su oferta como por sus precios de coste, maíz y mano de obra barata, para competir en esos mercados. Con ambas razones, el sector español productor de pollo se quedará al margen de ese nuevo mercado
Las exportaciones de los países asiáticos se realizaban casi en su totalidad mediante un producto de una calidad media y siempre congelado. En este momento, las mayores posibilidades reales para copar esos mercados se concretan en EE UU y Brasil. Hasta 2002, Estados Unidos era el principal exportador de pollos. En 2003, ese lugar lo ha ocupado Brasil, con ventas superiores a los dos millones de toneladas en el exterior, país donde ya se ha producido un fuerte aumento de la demanda para cubrir los huecos provocados por la gripe aviar.
En el caso de España, fuentes del sector avícola coinciden en señalar su imposibilidad de competir para lograr esos mercados, que pueden quedar abiertos por la crisis en Asia, por razones de calidad, tipo de producto demandado, precios y distancias.
Para Manuel Gómez, responsable de las cooperativas orensanas Coren, los beneficiados de esta crisis serán sobre todo EE UU y Brasil que manejan el producto congelado que había en ese mercado y a bajos precios por la disponibilidad de materias primas baratas.
Esta opinión es compartida por Adolfo Gil, responsable del grupo Nutreco, con la división Sada en en sector avícola. Para el responsable de esta multinacional en España, la producción de pollo actual para el mercado interno se basa en la calidad y frescura, algo que no tiene mucho que ver con lo que se estaba exportando por parte de países asiáticos y lo que se demanda en este momento en esa zona afectada por la crisis.
Federico Félix, presidente del grupo interprofesional Propollo, no solamente descarta la posibilidad de mejorar ventas consecuencia de la crisis, sino que se daría por satisfecho si este problema no se traduce en una caída de la demanda.
Un sector ganadero clave en España
La avicultura para producción de carne ha sido un sector clave en la España de los años sesenta y setenta por su aportación de una oferta de carne barata. Hoy sigue su proceso de expansión y se mantiene como un sector clave con una producción ligeramente superior al millón de toneladas. La mayor parte de esta producción corresponde al pollo con unas cifras de sacrificio anual de casi 600 millones de animales y un valor de 1.551 millones de euros (un 11% de la producción final agraria).
La avicultura de carne se desarrolla fundamentalmente mediante el sistema de integración con una empresa que proporciona animales y piensos y los granjeros que aportan instalaciones y mano de obra. En España existen unas 5.000 granjas, 717 almacenes frigoríficos, 522 salas de despiece y 146 mataderos ligadas esta actividad.
España es además uno de los países con una mayor demanda por cabeza de carne de pollo con casi 30 kilos, por encima de los 24 kilos de la UE pero lejos de los 50 kilos de Estados Unidos.
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