El cine épico se batirá con el de autor en los Oscar

Es un rito anual. Hollywood se despertó al alba para seguir en directo la proclamación de las candidaturas, que se anunciaron, como es habitual, a las 5.30 (14.30 en España). Este año todo se hará muy temprano, puesto que la ceremonia, por motivos esencialmente económicos, se ha adelantado un mes y se celebrará el último domingo de febrero en el teatro Kodak de Los Ángeles.

El retorno del rey es la favorita indiscutible con 11 nominaciones. Intentará arrebatarle el Oscar a Master and commander, que la sigue con 10 candidaturas; Mystic river (seis candidaturas), el thriller dramático dirigido por Clint Eastwood; Lost in translation (cuatro), la comedia escrita por Sofia Coppola, y Seabiscuit (siete), la historia del caballo de carreras que encandiló a la América de la Gran Depresión. Tanto la saga de la Tierra Media como las aventuras náuticas del capitán Aubrey (Russell Crowe) vieron recompensadas sus proezas técnicas pero, hecho inusual, ninguna logró la designación para sus protagonistas. Cold mountain, el otro gran drama épico, acumuló siete candidaturas pero se quedó fuera de las grandes categorías.

Balseros, dirigida por Carles Bosch y Josep Maria Domènech, el documental sobre un grupo de cubanos desde que huyen de la isla hasta que llegan a EE UU, tendrá dos rivales muy serios: The fog of war, el relato de la guerra de Vietnam visto por el entonces secretario de Defensa, Robert McNamara, y Capturing the Friedmans, que describe cómo el padre y el hijo de una familia judía de clase media ven sus vidas arruinadas al ser acusados de pedofilia. Ayer, Carles Bosch, desde Boston, donde presentaba el documental en un festival de cine de Derechos Humanos junto a Juan Carlos, uno de los balseros protagonistas del filme, declaró que, para él, "la candidatura ya es el premio". Incrédulo aún ante la noticia de que Balseros concursará con los mejores documentales del año -"la primera vez que escuché que tenía posibilidades pensé que no lo había entendido bien"-, confesó no ser demasiado optimista. "Los demás documentales son estadounidenses, y sus productoras pueden desplegar una maquinaria de publicidad impresionante", argumentó Bosch.

Películas independientes y extranjeras se colaron entre las grandes superproducciones. Ciudad de Dios, el largometraje brasileño de Fernando Meirelles, una historia de favelas de Río de Janeiro, optará a cuatro estatuillas, entre ellas la de mejor dirección y mejor guión adaptado (de la novela de Paulo Lins Cidade de Deus), después de haber sido descartada por la Academia el año pasado en la categoría de película de habla no inglesa. Meirelles, ayer, no se lo podía creer. "Pero, ¿desde cuándo una película brasileña es candidata en categorías como fotografía o montaje?", dijo desde Londres. "Ahora sí que se han vuelto locos".

In America, del irlandés Jim Sheridan, que tuvo que ser estrenada dos veces en el circuito comercial estadounidense para despertar el interés del público y de la crítica, y 21 gramos, el primer largometraje en inglés de Alejandro González Iñárritu, consiguieron la candidatura para alguno de sus intérpretes. Cosas bellas y sucias, de Stephen Frears, optará por el mejor guión.

Sean Penn es el favorito para el Oscar a mejor actor por su interpretación en Mystic river, pero deberá competir con Bill Murray, el personaje tragicómico de Lost in translation. Entre las designadas a mejor actriz hubo dos grandes ausencias. La de Nicole Kidman, por Cold mountain, y Scarlett Johansson (Lost in translation). Esto allanará el camino a Charlize Theron, irreconocible en el papel de asesina en Monster, aunque deberá arrebatarle el premio a Diane Keaton, por Something's gotta give. Keisha Castle-Hughes dio la sorpresa. La joven de 14 años, personaje central de Whale rider, no había actuado hasta ahora. Renée Zellweger optará al mejor papel secundario por Cold mountain. Sofia Coppola tendrá que enfrentarse al gran favorito a la mejor dirección, Peter Jackson, y al gran veterano Clint Eastwood.

Por último señalemos que Gigli, interpretada por Jennifer López y Ben Affleck, ha conseguido nueve nominaciones a las Frambuesas de Oro, los premios que concede una fundación privada a "las peores películas del año".