El robot 'Spirit' pisa suelo marciano
El vehículo estadounidense y la nave europea 'Mars Express' estudian hoy juntos la atmósfera
En su duodécimo día marciano, el robot geológico Spirit dejó por fin ayer la plataforma sobre la que llegó a Marte y avanzó apenas un metro sobre la superficie del planeta, después de que las seis ruedas tocaran el suelo. Allí se quedará durante tres días, mientras estudia el terreno circundante, lo que proporcionará a los científicos los datos necesarios para dirigirle en su exploración. Luego se dirigirá lentamente, parando en numerosos puntos por el camino, a un cráter pequeño situado a 250 metros. Los científicos esperan que la capacidad superhumana del robot, algunos de cuyos instrumentos pueden obtener datos a distancias inasequibles para un ser humano, les compense de no estar allí para decidir qué es lo más interesante a estudiar en la superficie de Marte.
La confirmación de que el vehículo todoterreno había salido totalmente de la plataforma la tuvieron ayer los directores de la misión, en California, a las 10.53, hora peninsular española. El día anterior, el robot giró 115 grados en tres etapas para poder salir por una rampa distinta a la prevista, debido a los airbags que le cortaban el paso en esa dirección.
Tras pisar suelo marciano, el Spirit localizó el Sol con su cámara panorámica y calculó así la orientación de su antena principal hacia la Tierra para poder recibir las órdenes que se le enviarán todos los días en su programa de trabajo de unas cuatro horas. Sin embargo, el robot es inteligente, en el sentido de que puede y debe tomar decisiones por sí mismo, porque el control desde la Tierra no puede ser en tiempo real, dada la distancia existente.
El Spirit tiene la capacidad de observar lo que le rodea, detectar la inclinación del terreno y los obstáculos, y decidir la ruta más corta y segura entre los puntos fijados en la orden de trabajo diaria. Esta orden consistirá en dirigirse a un punto y pararse en ciertas rocas por el camino durante cierto tiempo para realizar unas pruebas científicas también especificadas. Este robot es bastante más largo (mide 1,5 metros) que el Pathfinder (de apenas 60 centímetros), que en 1997 hizo historia con la primera misión de este tipo.
Hoy, el Spirit observará el terreno y la atmósfera con sus instrumentos mientras hace lo propio la nave europea Mars Express, que pasará por encima de él a 300 kilómetros de altura. La sonda, que llegó a la órbita de Marte el día de Navidad, ya tiene todos sus instrumentos calibrados. Es un ejemplo de la colaboración que existe actualmente entre europeos y estadounidenses, que también se plasma en algunos de los instrumentos del Spirit, que son europeos.
"Esta es una oportunidad histórica", dijo Ray Arvidson, uno de los investigadores principales de los instrumentos científicos del Spirit y de su gemelo el Opportunity, que llegará a suelo marciano el 25 de enero, informa la NASA. "Lo que queremos es obtener observaciones desde arriba y desde abajo al mismo tiempo para sacar la máxima información sobre la dinámica de la atmósfera marciana". Se espera también que las observaciones de Mars Express complementen la información ya obtenida por los dos satélites estadounidenses en órbita de Marte, el Global Surveyor y el Odyssey. Este último cumplió ayer su segundo año en órbita.
Mars Express observará la atmósfera con una cámara de alta resolución, un espectrómetro para identificar minerales y otro para estudiar la circulación y composición atmosféricas. Spirit observará con su cámara panorámica y su espectrómetro de infrarrojos.
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