¿Cumplirá doña Esperanza?

Soy una trabajadora de Banesto adscrita a la colaboradora médica de mi entidad, y se nos ha comunicado que, con fecha 1 de mayo próximo, dicha colaboradora dejará de existir, por lo que todos los que estamos adscritos a ella pasaremos a formar parte del pobre y maltrecho régimen general de la Seguridad Social. ¿La razón? La razón argüida para este cambio es que, desde 1999, cuando se traspasaron las competencias de la sanidad a las comunidades autónomas, al menos la madrileña dejó de pagar a las colaboradoras médicas. No sólo a la de Banesto, sino a las de otras grandes empresas (BBVA, Endesa, Iberdrola...). Por lo que se calcula que, a partir del día 1 de mayo, aterrizarán en el régimen general de la Seguridad Social más de 200.000 personas. ¿Cómo va a absorber la maltrecha sanidad pública esta avalancha? Pues no parece que vaya a ser fácil, dicho en palabras suaves.

Resulta que, con fecha 1 de octubre de 2003, doña Esperanza Aguirre dirigió una carta a la presidente de Banesto, Ana Patricia Botín, comprometiéndose a que si llegaba a la presidencia de la Comunidad (cosa que ha ocurrido, eso sí, al segundo intento) haría todo lo posible para que la colaboradora médica no desapareciera. Desde luego, no parece que haya hecho mucho (en concreto lo que tiene que hacer es pagar las deudas contraídas desde 1999 ) y a las pruebas me remito.

El pasado día 10 de enero nos ha comunicado el departamento de Recursos Humanos de Banesto que la colaboradora desaparecerá, como ya he dicho, el 1 de mayo. Por tanto, la conclusión es: ¿cumplirá así doña Esperanza sus promesas? El compromiso-estrella de doña Esperanza al tomar posesión del cargo en la Comunidad fue la reducción de la lista de espera quirúrgica.

Pues, doña Esperanza, lo va a tener usted pero que muy difícil. Si cumplir esa promesa ya es difícil en las actuales circunstancias, ¿qué pasará cuando la mencionada avalancha de adscritos a colaboradoras médicas formen parte de la Seguridad Social?