Castro celebra sus 45 años en el poder con un ataque al libre comercio

El presidente cubano, Fidel Castro, convirtió la conmemoración oficial del 45º aniversario del triunfo de la revolución y de su llegada al poder en una tribuna contra la globalización neoliberal y el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que propugna Estados Unidos y que, a su juicio, es un proyecto "anexionista", a la vez que un intento de "asalto final contra el desarrollo económico, la unidad y la independencia de los pueblos latinoamericanos".

Fidel Castro, de 77 años, habló el sábado ante 5.000 cubanos en el teatro Carlos Marx de La Habana e hizo un repaso de los males capitalistas que acogotan al mundo y específicamente a América Latina.

Afirmó que si en 1985 la deuda externa de la región ascendía a 300.000 millones de dólares, hoy se eleva hoy a más de 750.000 millones, mientras que "el desempleo alcanzó cifras récord". "De cada 100 nuevos puestos de trabajo que se crean, 82 pertenecen al llamado sector informal (...) y la pobreza extrema ha pasado del 12,8% a alcanzar el 44% de la población", agregó el dirigente cubano.

Ante un público que en su mayoría tenía menos de diez años cuando triunfó la revolución, el líder comunista defendió la legitimidad y justeza del sistema político cubano. "Soñar con cosas imposibles se llama utopía; luchar por objetivos no sólo alcanzables, sino imprescindibles para la supervivencia de la especie, se llama realismo", aseguró Castro, denunciando que desde los primeros días de 1959, Washington trató de derrocar la revolución y para ello hizo "empleo de todos los medios económicos y políticos, incluidos la violencia, el terrorismo y la amenaza de utilizar la fuerza militar" . Según el mandatario cubano, América Latina "se enfrenta ahora el desafío del ALCA, que barrería las industrias nacionales, que convertiría al Mercosur y el Pacto Andino en apéndices de la economía norteamericana".

Castro lamentó el impacto global del modelo de desarrollo neoliberal en los países ricos, donde, aseguró, se despilfarra energía y se consume de manera indiscriminada. "Nuestra especie, y con ella cada uno de nuestros pueblos, se encuentra en un momento decisivo de la historia. O cambia el curso de los acontecimientos o no podrá sobrevivir", afirmó.

El líder comunista aludió también durante su discurso a quienes denuncian violaciones de derechos humanos en Cuba, señalando que "sería bueno preguntarles a los campeones olímpicos de los derechos humanos en el mundo occidental si alguna vez han dedicado un solo minuto a pensar en estas realidades, que en altísimo grado son consecuencia del sistema económico y social ".