Un vino bien pensado

Si le preguntas a Jesús Artajona, el director técnico de Enate y uno de los enólogos más creativos del país, mérito que lleva con natural indiferencia, cuál es su vino favorito, te contestará a regañadientes que siente un especial cariño por este tinto de extraño y absurdo nombre. No es para menos, ya que, para su Varietales del Dos Mil, Artajona ha selecci

onado lo mejor de las 400 hectáreas de viñedo que controla la bodega.

Así, con un soberbio merlot -el mejor de la zona, con mucho-, un extraordinario cabernet sauvignon bien maduro y un tempranillo estilizado y fresco, consigue un sorprendente mestizaje pleno de armonía y buen gusto, potente y delicado, en el que destaca su nariz sugestiva, brillante, con aromas intensos a frutillos rojos y negros (grosella, moras) en licor adornados por el suave aliento de las delicadas notas florales y balsámicas. Y al fondo, discreto pero firme, un excelente roble que aporta notas especiadas de fondo tostado. La boca grasa, carnosa, envolvente, de tanicidad madura, ligeramente ardiente y casi golosa, termina con un baño armonioso de fruta sustanciosa y madera noble. El placer irrepetible de la obra bien pensada y mejor hecha.