Carmona cuenta su historia
La localidad sevillana prepara su candidatura para ser declarada Patrimonio de la Humanidad
Los vecinos de Carmona contemplaban el pasado jueves orgullosos la Plaza del Palenque vacía de coches. Hasta 24 horas antes, ese recinto, situado junto a la Puerta de Sevilla, legado por los romanos, hacía las veces de aparcamiento para los carmonenses que se desplazan al casco histórico. Su peatonalización constituye uno de los gestos a los que se han comprometido el Ayuntamiento y los ciudadanos para impulsar la candidatura del pueblo al título de Patrimonio de la Humanidad.
Políticos, historiadores, técnicos y vecinos coinciden en definir a Carmona (26.000 habitantes) como la síntesis de todas las civilizaciones que han pasado por Andalucía. Esa será su gran baza para que la Junta, el Gobierno y la Unesco apuesten por esta localidad sevillana, situada a 30 kilómetros de la capital, en lo alto de un cabezo de fácil defensa que probablemente fue decisivo para que la ciudad se poblara hace más de 5.000 años y nunca más se quedara vacía.
La ciudad alberga restos de los pueblos que han habitado el sur de la península
El Ayuntamiento peatonaliza el casco histórico como gesto ante la Unesco
"Carmona es un ejemplo de tolerancia intercultural", asegura el alcalde, Sebastián Martín Recio (IU). "Los nuevos pobladores respetaron siempre algo de lo anterior y eso hace que hoy convivan restos y monumentos de todas las civilizaciones que han habitado el sur de la Península Ibérica", explica el alcalde. En un paseo por esta localidad sevillana se pueden encontrar vestigios que certifican que Carmona tiene una población interrumpida desde hace 5.000 años, una "singularidad incuestionable" que la cualifican para aspirar con razones objetivas al título de Patrimonio de la Humanidad, según el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla, Manuel González Jiménez.
El catedrático, natural de esta localidad, señala a la Puerta de Sevilla como el monumento resumen de esa "tolerancia intercultural" de la que hablaba el alcalde. El monumento nació en el siglo V antes de Jesucristo como un bastión cartaginés sobre el que los romanos levantaron siglos después su fortaleza, convertida más tarde en un castillo musulmán que fue adoptado luego por los cristianos. Ahora se visita en Internet en www.turismo.carmona.org "Veinte siglos de uso en un solo monumento", destaca González Jiménez.
Carmona cuenta con un amplio currículum de reconocimiento oficial. En la década de los años sesenta, el Estado la declaró Conjunto Histórico Artístico y entre sus monumentos hay 14 con el título de Bien de Interés Cultural (BIC) ya concedido o incoado. El de Patrimonio de la Humanidad es el más alto reconocimiento al que aspiran las ciudades con historia.
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco ha otorgado este título a 754 bienes culturales (582), naturales (149) y mixtos (23) repartidos en 129 países de los cinco continentes. En España hay 37, cinco de ellos en Andalucía: la Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada; el centro histórico de Córdoba; la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla; el Parque Nacional de Doñana, y los conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza, declarados este año.
La Unesco establece una serie de criterios que se valoran a la hora de conceder este reconocimiento; con que cumpla uno de ellos, la ciudad o el bien en cuestión ya puede aspirar al título. Carmona, según Isabel Rodríguez, del servicio municipal de arqueología, cumple todos los factores que cuentan a favor en la categoría en la que se va a presentar su candidatura, la de Ciudad Histórica de Carácter Evolutivo Modélico.
La Carmona que más se ve hoy es renacentista y barroca, abundante en construcciones del gótico tardío. Pero la ciudad guarda semienterrados, conservados en museos o conviviendo con la arquitectura actual decenas de pequeñas joyas, desde los vasos campaniformes del neolítico a las seis iglesias y los siete conventos construidos a partir del siglo XIV, pasando por dos alcázares, un recinto amurallado, una necrópolis romana y alrededor de una quincena de palacios.
Pero, como advierte el catedrático de Historia Medieval, la Unesco no valora sólo lo que se tiene, sino cómo se tiene. De ahí que el Ayuntamiento de Carmona vuelque ahora todos sus esfuerzos en plasmar el compromiso institucional con el patrimonio y pedir también el esfuerzo de los vecinos. "Todos tenemos que ir asumiendo cosas que nos producen ciertas limitaciones, pero que son necesarias para impulsar la candidatura", advierte el alcalde, quien apunta a la peatonalización progresiva del casco histórico como uno de los "gestos" que se van hacer para recabar la atención de la Unesco. "Sabemos que no va a ser cuestión de tres meses, pero el camino ya de por sí merece la pena y dejará aspectos muy positivos para los que vivimos la ciudad", asegura Martín Recio.
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