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El artista Steve McQueen exhibe en Barcelona su viaje a la oscuridad del oro

Un letrero avisa a la entrada de la sala, en la Fundación Tàpies de Barcelona, de que la proyección del filme de Steve McQueen se realiza casi siempre en un ambiente de gran oscuridad y con un sonido en ocasiones estrepitoso. No es recomendable para niños o embarazadas, dice. El filme dura 24 minutos y 10 segundos, en los que el espectador desciende, sin saberlo, hacia el fondo más profundo de la tierra. Poco a poco, y tras percibir que estas formas de luz intermitente y este ruido mecánico son los del ascensor que lleva a las galerías subterráneas, queda claro que estamos en una mina, aunque en ningún momento se explica cuál. De hecho, no se explica nada, al menos del modo convencional.

Western Depp, título que alude al nombre de esta mina surafricana de la que se extrae oro a 2,5 kilómetros de profundidad, no es un documental ni tampoco una ficción, sino algo más híbrido en el que el artista se sirve del sonido, el silencio -a veces más inquietante que el ensordecedor ruido- y los misteriosos reflejos de luz y oscuridad para sumergir al espectador en un viaje sensorial del que sale, con alivio, conmocionado y lleno de preguntas. Es, en cierta manera, una "película experiencia", algo común en la obra de este artista que, tal como explicó la responsable de exposiciones de la Fundación Tàpies, Núria Enguita, propone la percepción "como acto físico y no estrictamente óptico".

La obra se exhibe aparte, pero hace pareja con otra, titulada Caribs's Leap, cuyo punto de partida es el suicidio de los indígenas de la isla de Granada como resistencia por la invasión colonizadora francesa en 1651. El artista plantea esta obra como un díptico con una pantalla con imágenes actuales de la isla caribeña y otra, de mayor tamaño, en el que sobre un cielo azul aparecen de tanto en tanto cuerpos en caída libre.

Steve McQueen (Londres, 1969) tiene nombre de artista de cine -según comentó, algo tuvo que ver la fama del actor en la elección del nombre- y en 1999 se hizo con el famoso Premio Turner en una edición que estuvo protagonizada por el escándalo de la instalación con cama deshecha de Tracy Amin. La obra de McQueen, sin embargo, no tiene nada que ver con las provocadoras propuestas de los jóvenes artistas británicos. Sus fuentes están en la experimentación fílmica de las vanguardias históricas, en la improvisación jazzística y la reflexión sobre la potencialidad de la imagen en movimiento.

En la Fundación Tàpies presenta, por primera vez en España, una exposición que recoge su última obra -Caribs' Leap / Western Deep (2002), que ya pudo verse en la pasada Documenta de Kassel- y otros tres filmes anteriores: Bear (1993) -con el que se dio a conocer y que presenta una especie de lucha entre erótica y agresiva entre dos magníficos hombres desnudos-; Just above my head (1996), basada en un relato homónimo de James Baldwin en la que se ve sólo la cabeza del artista andando en la parte inferior de una gran pantalla ocupada casi toda ella por un inmenso cielo, y Exodus (1992-1997), una corta y un tanto irónica pieza que alude a un disco de Bob Marley. La muestra estará abierta en la Fundación Tàpies (Aragón, 255. Barcelona. www.fundaciotapies.org) hasta el 15 de febrero.

Steve McQueen, en una imagen del vídeo que protagoniza titulado <i>Just above my head.</i>
Steve McQueen, en una imagen del vídeo que protagoniza titulado Just above my head.
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