Goytisolo aboga por la integración frente a la Ley de Extranjería
El escritor interviene en el Año del Mediterráneo de la UAB
"Integración bien aplicada y no extranjería: resulta indecente calificar de ilegales a los seres humanos, como veo escrito en nuestra prensa. Los inmigrantes venidos a Cataluña serán tarde o temprano tan catalanes como los antiguos xarnegos", afirmó ayer Juan Goytisolo en una conferencia sobre la inmigración en el marco del Año del Mediterráneo de la Universidad Autónoma de Barcelona.
"El Gobierno socialista no supo prevenir la mundialización y, en vez de una Ley de Integración de la mano de obra requerida por la industria, la agricultura y un sector de servicios en constante expansión, parió una Ley de Extranjería injusta e inaplicable. Con el PP las cosas se han agravado", dijo el escritor, que vive habitualmente en Marraquech.
Goytisolo, en conversación con este diario, citó un informe del BBVA según el cual en España se necesita la incorporación de 230.000 inmigrantes. Aplaudió, en este sentido, la iniciativa de la Generalitat de abrir oficinas, como la de Casablanca. "Enseñan qué empleos son necesarios, les dan cursos de lenguas... En cambio, van a los consulados españoles y todo son problemas y trabas". La política actual del Gobierno, "no sólo fomenta la inmigración ilegal, organizada por mafias internacionales, sino que favorece el trabajo clandestino de quienes se hallan en situación irregular".
"Todo ello responde a la política de Aznar, que prefiere favorecer las emigraciones culturalmente afines. No se atreve a hablar de religión porque sería políticamente incorrecto". El escritor se refirió al creciente número de inmigrantes de países musulmanes, especialmente del Magreb y de Pakistán.
El tema de Irak fue inevitable. "Los franceses que colonizaron el Magreb conocían Marruecos mejor que cualquier marroquí. Y lo mismo pasó con los británicos en la India. Así se explica cómo 60.000 hombres lograron dominar un subcontinente durante casi dos siglos. Bush y el grupo fundamentalista extremista que le rodea lo ignoran todo".
"Pretender introducir la democracia a bombazos, como en la actual ocupación de Irak, es un puro dislate, como los hechos nos prueban a diario. Una mezcla de prepotencia, orgullo herido por el horror del 11-S e ignorancia de las causas subyacentes del conflicto de Oriente Próximo ha conducido a una guerra de conquista que, en vez de acabar con el terrorismo islamista, lo aviva".
Goytisolo habló de su experiencia personal con la emigración y recordó cuando se fue de España en 1956 y se instaló en París. Su exilio fue cultural, político y social. "Había decidido abandonar un país en donde todo me era negado: la libertad de pensar, de escribir, de publicar, de rebelarme contra el régimen y su Iglesia". Ya en el viaje se encontró con emigrantes españoles, valencianos sobre todo, que abandonaban el país por motivos económicos. Buena parte de los testimonios que recogió aparecen en su último libro, España y sus Ejidos (Hijos de Muley Rubio).
En París conoció todos los exilios: argelinos, yugoslavos, turcos, kurdos, hindúes, paquistaníes, tamiles... Aprendió turco, ahora domina el árabe. "Modificó mi vida y mi literatura".
Barcelona le gusta, dijo, porque cada vez se parece más a Marraquech. "El otro día me fui paseando hasta el Puerto Olímpico. Había vendedores ambulantes magrebíes, paquistaníes, chinos... Apareció la policía y en un momento recogieron todo, igual que en la plaza de Marraquech. De Barcelona me atrae ahora todo lo que no he vivido en ella. Es una novedad y es estimulante".
Goytisolo sigue de cerca la política española. "Además, ahora EL PAÍS llega cada día a Marraquech". Sobre las elecciones catalanas y los pactos, afirma que "lo más razonable sería un Gobierno formado por el PSC, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya".
El escritor ha acabado un libro de 100 páginas sobre el Azaña escritor -"era un intelectual de primera"- y se ha metido de lleno en un trabajo sobre la influencia de Las mil y una noches en la literatura europea. Ha intervenido, además, en una película de Jean Luc Godard sobre Sarajevo. "Bueno, hago de Juan Goytisolo".
Babelia
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