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Se publica en España la primera novela de Tracy Chevalier, 'El azul de la Virgen'

La autora de 'La joven de la perla' afirma que su interés se centra en la historia europea

Nacida en Washington hace 41 años y residente en Londres durante la última década, Tracy Chevalier conoció el éxito internacional con su segunda novela, La Joven de la perla, basada en un cuadro de Vermeer y que acaba de ser llevada al cine. Pero fue con su debú literario, El azul de la Virgen, cuya edición en castellano ha publicado Alfaguara y en catalán La Magrana, cuando descubrió su genuino talento para la novela histórica. "Como autora, la narrativa contemporánea me resulta sencilla, pero me hace sentirme demasiado expuesta personalmente", afirma.

En una visita a Madrid, coincidiendo con la exposición de Vermeer en el Museo del Prado la primavera pasada, Tracy Chevalier dio por concluida una importante fase de su trayectoria profesional. La exposición incluía el único cuadro del pintor holandés que le faltaba por ver en vivo, Muchacha leyendo en la ventana. A lo largo de los siete años anteriores, la autora estadounidense había contemplado de cerca el resto de los 35 lienzos originales conocidos de Vermeer y, por supuesto, la obra en la que basó su best seller La joven de la perla. En el Prado creyó haber alcanzado su meta y, en cierta forma, su relación obsesiva con el maestro del siglo XVII. "Pensé que había completado mi viaje y me pregunté hacia dónde partiría en mi nuevo rumbo", recuerda.

Pero fue una conclusión falsa. Vermeer sigue muy presente en la rutina laboral de esta novelista, que llegó de EE UU a Inglaterra en 1994 como estudiante del reconocido curso de narrativa de la Universidad de East Anglia. La joven de la perla, una historia ficticia en torno a este impactante retrato del maestro holandés, no sólo ha sido adaptada al cine, sino que incluso se menciona entre las posibles candidatas a la próxima edición de los Oscar. "Quise olvidarme de la obra, pero no he podido", admite.

Chevalier está satisfecha con el filme, dirigido por Peter Webber y en cuya adaptación prefirió no tomar parte. "Una novelista cuenta una historia para entretener a la gente; una guionista debe contentar a muchísimas personas. Me alegro de no haberme entrometido. Prefiero desarrollar mi visión a trabajar para productores, financieros, realizadores... Los escritores no están muy bien considerados en el mundo del cine", admite. "Pero la película me ha encantado. Es muy fiel al libro. Han cortado muchos detalles pero no han cambiado nada de las partes que sobrevivieron a las diferentes revisiones del guión. Sales de la sala tras ver el filme con la misma sensación que se experimenta al leer la novela".

La joven de la perla no hubiera surgido sin su predecesora, El azul de la Virgen, escrita originalmente en 1997 y ligeramente revisada en su traducción al castellano. "Con esta novela aprendí que mi punto fuerte es la narrativa histórica. Desde entonces sólo escribo del pasado y, en concreto, del pasado europeo. Nunca ambientaría un libro en EE UU. Ni su historia ni su arte me atraen. En cambio, siempre descubro lagunas por explorar en la historia europea", dice en su residencia, al norte de Londres, que comparte con su marido, inglés, y un hijo de cinco años.

En su debú literario, Chevalier desarrolla dos historias paralelas, estructuradas cronológicamente en los siglos XVI y XX, respectivamente. En ellas traza una reconstrucción ficticia de la evolución de su propia familia, que emigró a EE UU desde un pueblo suizo. "He podido reconstruir el árbol familiar hasta el siglo XVI. Sabemos que los Chevalier eran hugonotes que huyeron de Francia a Suiza. Pero es un apellido muy común y otros datos son producto de la especulación".

"El libro tiene una trama muy fuerte y es muy visual, pero también es una obra primeriza. Explico con demasiada claridad las cosas cuando, en ocasiones, debería haber sido más sutil. Refleja, como también sucede con el resto de mi creación, mi situación y pensamiento en ese preciso momento", se autocritica. "Me desagrada lo mucho que desvelo de mi persona. Me siento muy expuesta y mi estilo narrativo ha cambiado enormemente desde entonces", añade.

Chevalier se identifica con ella, la protagonista contemporánea de El azul de la Virgen. "Toda narrativa es autobiográfica, pero en la contemporánea es más fácil caer en una réplica de uno mismo. Por eso prefiero escribir del pasado. Es más arduo, pero me permite mantener la distancia con el contenido del libro, eliminarme de entre sus personajes".

La entrevista con Chevalier coincide con la visita de Estado del presidente George W. Bush a Inglaterra. Los vecinos de su barrio de Hampstead han colgado en las ventanas pancartas con lemas como "Parar la guerra" o "Bush no es bienvenido". La casa de la escritora está limpia de mensajes políticos. "En vísperas de la invasión de Irak, un millón de personas se manifestaron en Londres. Tan masiva protesta no tuvo ningún efecto. Admiro a los que protestan estos días, pero es algo inútil ya que el impacto va a ser mínimo", señala.

Tracy Chevalier.
Tracy Chevalier.LUIS MAGÁN

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