México destituye a su embajador en la ONU por criticar a EE UU
Adolfo Aguilar recibe el apoyo de la izquierda
El embajador de México ante Naciones Unidas, Adolfo Aguilar, será sustituido por haber declarado en un foro académico que Estados Unidos considera a su país "el patio trasero" y desarrolla una política de subordinación y conveniencia, no de igualdad y asociación estratégica, en las relaciones bilaterales. Su salida, el 1 de enero próximo, coincide con la terminación del periodo de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
Aguilar se opuso a la invasión de Irak sin el aval de Naciones Unidas y su última arremetida contra el imperio le aúpa entre la izquierda y los ámbitos nacionalistas.
El funcionario, situado en un comodín centro-izquierda, no pertenece a la carrera diplomática, ni al gobernante y conservador Partido de Acción Nacional (PAN), aunque participó en la coalición que promovió la ganadora candidatura de Vicente Fox en las generales de julio del año 2002. La lógica permite adivinar que sus declaraciones fueron efectuadas a sabiendas de su trascendencia. Se difundieron el pasado día 11, poco antes de que arrancaran unas delicadas conversaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, en Washington. Aguilar ya había apuntado en su día que a comienzos del año próximo dejaría la embajada. El Gobierno estaba de acuerdo en que lo hiciera.
La salida por "decir la verdad" supuestamente aumenta su cotización entre los grupos políticos y partidistas que se disputan el centro-izquierda y ya mueven peones con vistas a las generales del año 2006. El secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, convocó una conferencia de prensa, la noche del lunes, para anunciar que sería "separado de su cargo". Lo había asumido en enero del pasado año. Aguilar dijo, únicamente, sentirse "contento". "He decidido no hablar en este momento. Pregúntele al secretario", agregó. El embajador participó en 1993 en la campaña presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD), de izquierda, fue senador independiente e integró el equipo de asesores de Fox en política internacional, junto al ex canciller Jorge G. Castañeda, con quien habría de enemistarse. Durante dos años fue consejero de Seguridad Nacional.
Independientemente de las declaraciones en la Universidad Iberoamericana (UIA), su permanencia en Nueva York tenía los días contados, entre otras razones porque el Gobierno de México pretende mejorar sus complejas relaciones con Estados Unidos, con el que comparte 3.200 kilómetros de frontera y múltiples intereses. Los vínculos sufrieron deterioro y enfriamiento a raíz de la oposición de México a la intervención militar estadounidense en Irak, contra la que Aguilar se pronunció abiertamente desde su puesto en Naciones Unidas.
"Lo que pasó en el debate de la guerra es que hubo dos argumentos", explicó a los alumnos, profesores y periodistas presentes en su conferencia. "Uno, que había que vender el voto de México para ganar ventaja en la relación bilateral, y el otro, que había que tragar camote porque no había razones para apoyar esa guerra". En otro momento dijo: "Estados Unidos nunca ha visto a México como su socio estratégico, como lo hace con sus socios europeos. A nosotros nos ven como patio trasero (...) A veces tenemos una relación estratégica mayor y otras, menor".
Las declaraciones del político fueron tan polémicas como su separación del cargo diplomático. "Primero se equivocó el embajador, ahora sus jefes", reaccionó Silvia Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte del Senado. "Si no quieren tenerlo en el Consejo de Seguridad, retírenlo, pero no pueden tenerlo ahí e invalidar su voz".
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