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LOS PRECIOS DE LAS ASEGURADORAS

Las aseguradoras europeas aplican el criterio del sexo en los seguros

Las compañías utilizan estadísticas dispares entre un país y otro

Gabriela Cañas

Dos pequeños países europeos, Irlanda y Holanda, han legislado contra la discriminación sexual en servicios y, a pesar de ello, hay constantes denuncias de incumplimiento. En Suecia no se aplican tarifas diferentes en función del sexo, y en Francia no hay discriminación en los seguros de vida. En el resto de Europa, aplicar tarifas diferentes según el género es una práctica generalizada. La UE cree que la estadística es anticuada y no es fiable.

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Según estudios comparativos de la UE, las estadísticas utilizadas sobre la mortalidad de hombres y mujeres son diferentes entre los países, lo que demuestra que no son fiables. Las compañías arguyen que utilizan estadísticas científicas.

Las leyes de igualdad están tan extendidas en toda Europa como las prácticas discriminatorias en la provisión de bienes y servicios. Y, así, de cientos de ciudadanos europeos de los 15 países de la Unión han llegado a Bruselas denuncias variadas: desde el rechazo a conceder hipotecas a las embarazadas hasta negar a las mujeres a ser la primera titular de una cuenta corriente o exigir a los hombres alcanzar los 65 años (y no los 60) para obtener una vivienda social.

Pero donde el factor del sexo es evidente, además de casi oficial, es en el sector de los seguros y, más concretamente, en los de jubilación y salud (más caros para las mujeres), y los del automóvil y vida (más caros para los hombres).

Para los seguros de jubilación, el factor que cuenta en contra de la mujer es su mayor esperanza de vida, de modo que por pólizas iguales percibe compensaciones más bajas. Las compañías alegan que, en realidad, su trato es, a la larga, igualitario. Así lo explican: "Si una mujer de 65 años tiene una esperanza de vida de 19 y se retira con un fondo de pensiones de 10.000 euros, recibirá alrededor de 600 euros anuales, de modo que cuando muera habrá percibido en total 11.400 euros. Si un hombre de 65 años con una esperanza de vida de 16 contrata el mismo seguro recibirá 712 euros al año, pero al final de su vida la cantidad total será la misma (11.400)".

Baremos diferentes

Un estudio comparativo, sin embargo, demuestra la gran variedad de baremos que usan las aseguradoras. Y así, resulta que mientras la tasa de mortalidad de un hombre de 60 años es de 7,75 en el Reino Unido, se convierte en 18,23 en un hombre belga de la misma edad. Los análisis de Bruselas alegan, además, que la esperanza de vida de hombres y mujeres jóvenes de hoy está convergiendo a gran velocidad.

Las compañías europeas dicen que perderían competitividad si igualaran sus primas. Un informe de la Federación Francesa de Compañías de Seguros, sin embargo, asegura que las tablas unisex que se aplican en Francia desde 1993 no han provocado ningún cambio sustancial en los esquemas de seguros.

Para los seguros de salud se utilizan las estadísticas de consumo, donde también las mujeres, aunque no siempre, dependiendo de la edad, suelen ser las más consumistas.

Un estudio alemán del sector privado en este campo demuestra que el uso de servicios sanitarios es en las mujeres un 40% más alto, de los cuales el 10% puede atribuirse al embarazo y la crianza de los hijos. En consecuencia, tanto en Alemania como en Francia como en el Reino Unido (sólo para las enfermedades graves), las compañías cobran pólizas más caras a las mujeres, aunque en Francia éstas no pueden cancelar un contrato unilateralmente y algunas no hacen distinciones y aplican el principio de la solidaridad entre sexos.

En el seguro del automóvil están penalizados en casi toda Europa los hombres jóvenes. Una compañía británica cifra en un 10% más el uso del seguro en hombres de 30 años que en mujeres de la misma edad con un 25% más de gastos por accidente. En ese país se da el caso de una compañía que sólo asegura a conductoras.

"No estamos en contra de cuestionar nuestra forma de actuar", dicen en el Comité Europeo de Aseguradoras. "Pedimos a la Comisión Europea que nos escuche y nos dé tiempo; también, que se entienda que este negocio se basa en el cálculo actuarial del riesgo".

En Bruselas se aconseja sustituir la palabra sexo por raza para entender mejor su propuesta. A nadie se le ocurriría, aun basándose en estadísticas, cobrar más cara una póliza a un ciudadano por ser negro, explican.

Una mujer conduciendo en su coche.
Una mujer conduciendo en su coche.REUTERS

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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