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La marcha de Tom Ford y De Sole agrava la crisis de Gucci

El diseñador no ha llegado a un acuerdo sobre su salario, pero terminará su contrato

Enric González

El Grupo Gucci, una de las grandes cabeceras mundiales de la moda, se enfrenta a una situación crítica. A sus malos resultados económicos de este año se unió ayer una noticia que conmocionó al sector: Tom Ford, el diseñador tejano que en 1994 salvó Gucci de la ruina, anunció su marcha de la firma en abril de 2004. Ford y el gigante francés Pinault-Printemps-Redoute (PPR), propietario de Gucci, no se pusieron de acuerdo sobre el salario del modista, cuyo contrato expira el año próximo.

Ni PPR ni el propio Ford hicieron ayer comentarios sobre la suma que ofrecía una parte y la que exigía la otra. Se intercambiaron amabilidades formales en sendos comunicados y se desearon mutuamente toda la suerte del mundo. Ford estaba en la cúspide de la alta costura, como responsable de los modelos de Gucci, Yves Saint-Laurent y Balenciaga y coordinador de la imagen de todas las marcas de PPR, incluyendo las dirigidas por los modistas Alexander McQueen y Stella McCartney y los perfumes y cosméticos de YSL Beauté. Pedía, probablemente, mucho dinero para renovar contrato. Con Ford decidió irse también Domenico de Sole, presidente de Gucci. Se ignora por el momento si ambos tienen algún proyecto conjunto para establecerse por su cuenta.

La ruptura llegó en un momento muy delicado para PPR y Gucci. El holding francés se aprestaba a adquirir las acciones de Gucci que aún no controlaba, y la pérdida de Ford podría abaratarle la inversión: la noticia hizo que los títulos de Gucci cayeran en Bolsa más de un 5%. Pero también cayeron las acciones de PPR, un 5,2%. Los inversores temían que el gran grupo de moda perdiera empuje sin Tom Ford. Por otra parte, las previsiones sobre los resultados de PPR en el ejercicio 2003 son muy pesimistas. El primer trimestre fue catastrófico y las pérdidas se mantenían el pasado verano.

Ford aseguró ayer que seguirá al frente del ámbito creativo del grupo hasta el final de su contrato, en abril de 2004, para asegurar la calidad de las colecciones del año. Y expresó su "gran tristeza" por abandonar el grupo: "En los últimos 13 años, esta sociedad ha sido mi vida. Dejamos uno de los equipos más potentes del sector y haré todo lo que pueda en el tiempo que me queda para asegurar el futuro éxito del grupo", dijo a través de un comunicado.

Desde 1990

Tom Ford nació en Tejas (Estados Unidos) en 1962, en una familia de clase media, y fue moda desde que salió de la adolescencia: se trasladó a Nueva York y se integró en la Factory de Andy Warhol, se convirtió con aparente facilidad en uno de los modelos más populares del país (hacia 1986, las televisiones estadounidenses emitían 12 anuncios distintos protagonizados por Ford), consiguió sin mayores dificultades una licenciatura en Arquitectura e inmediatamente fue contratado como ayudante por la diseñadora Cathy Hardwick.

En 1990 ingresó en Gucci, y en 1994, cuando la firma estaba al borde de la quiebra y todos los diseñadores de cabecera abandonaron, Ford, en solitario, protagonizó uno de los grandes éxitos de la década. Desde su primera colección, en 1994, su mezcla de clasicismo y osadía sexy devolvió Gucci a las primeras páginas. Los beneficios llegaron poco después, y con ellos una expansión que desembocó en el seno de PPR.

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