El magnate Jodorkovski renuncia desde prisión al control de su empresa Yukos

El magnate Mijaíl Jodorkovski, encarcelado desde el 25 de octubre en Moscú, anunció ayer que abandonaba su puesto de presidente de Yukos, la primera petrolera de Rusia, para protegerla de los ataques de la fiscalía. Jodorkovski, de 40 años, manifestó que va a dedicarse a Rusia Abierta, una fundación para impulsar la democracia en Rusia. En el comunicado, difundido por la tarde, el hombre más rico del país, acusado ahora de estafa, robo, organización de banda delictiva y evasión de impuestos, deja abierta la posibilidad de dedicarse en el futuro a la política.

"Dondequiera que trabaje, dedicaré todas mis fuerzas a mi país, Rusia, y al gran futuro en el que creo firmemente", señalaba el comunicado de Jodorkovski. Medios liberales rusos habían barajado antes la posibilidad de que Jodorkovski compita con Vladímir Putin por la presidencia en las elecciones del próximo marzo; sin embargo, hoy por hoy, el magnate se ha limitado a expresar una posición de principios y su propósito de dedicarse a la fundación en la que Yukos invierte 100 millones de dólares anuales. "Cada día que pasa en la cárcel aumentan sus posibilidades políticas", señalaban medios próximos a Yukos.

"La situación que se ha creado hoy me obliga a renunciar a los planes de continuar participando personalmente en el desarrollo de la compañía YukosSibneft [la empresa resultante de la fusión hoy en marcha entre Yukos y la petrolera Sibneft]. Como dirigente debo hacer todo lo posible para proteger a nuestra plantilla laboral del golpe dirigido contra mí y contra mis socios", afirmó Jodorkovski. "Me marcho de la compañía", dijo el magnate, que expresó su confianza en que el equipo de profesionales hoy a la cabeza de la empresa sabrá hacer frente a la globalización del negocio. La decisión del magnate de distanciarse de su compañía, que pasará a ser dirigida probablemente por el norteamericano Steven Theede, fue bien acogida por la Bolsa de Moscú, donde las acciones de Yukos aumentaron su cotización en un 4% cuando la jornada estaba casi a punto de concluir.

La separación entre Jodorkovski y Yukos permitirá calibrar si la fiscalía persigue a la empresa o si es posible limitar el daño a la persona de Jodorkovski, pero otros se muestran escépticos dada la multiplicidad de acciones contra los intereses de Yukos emprendidas desde los órganos de poder.

Jodorkovski no indicó si tiene también intención de desprenderse de las acciones que posee en la compañía. La fiscalía confiscó el viernes pasado un paquete de acciones correspondiente al 44% del capital, que formalmente pertenecen a dos empresas situadas en paraísos fiscales (la isla de Man y Chipre). La fiscalía, sin embargo, afirma que las acciones pertenecen a Jodorkvoski, Platón Lébedev, otro ejecutivo de Yukos encarcelado desde julio, y Vasil Shajnovski, sospechoso de evasión de impuestos. Directamente, Jodorkovski tiene un 4% de las acciones de Yukos, y ayer el letrado de la empresa, Antón Drel, desmintió que éstas hayan sido transferidas al lord británico Jacob Rotschild. A principios de año, la revista Forbes calculaba la fortuna personal de Jodorkovski en 8.000 millones de dólares. Jodorkovski afirmó que sus futuros planes personales "están vinculados a la continuación del trabajo como presidente de la asociación regional Rusia Abierta". "Sus actividades filantrópicas van dirigidas a apoyar la educación y formación de la juventud, a apoyar las iniciativas cívicas para construir en Rusia una sociedad abierta y verdaderamente democrática", señaló el ejecutivo.

La prensa rusa informaba ayer de la primera gran pérdida de Yukos desde el arresto de Jodorkovski. El viernes, el Ministerio de Recursos Naturales de Rusia entregó a la empresa Surgutneftegas una licencia de explotación por un año de los yacimientos de Talakán en Yakutia (Siberia Oriental). El yacimiento, muy importante de cara al suministro de petróleo a las regiones orientales de Rusia, había sido explotado anteriormente por una empresa afiliada de Yukos y saldrá a concurso el año próximo.

En sus primeras declaraciones públicas, el nuevo jefe de la Administración presidencial, Dmitri Medvédev,considerado una figura de transición por los analistas, exhortó a la fiscalía a pensar en las consecuencias económicas de sus actos y a no actuar con precipitación.