El PSOE propone destinar el superávit a escuelas infantiles, investigación y vivienda

Al PSOE le parece "muy grave" que, con las necesidades sociales existentes, España se permita arrojar superávit presupuestario. Con esta idea, esbozada por el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate de Presupuestos, el portavoz del PSOE, Jesús Caldera, expuso ayer un decálogo de prioridades a las que destinar ese excedente. La creación de escuelas infantiles encabeza por volumen presupuestario (1.500 millones de euros) la propuesta socialista, que también concede gran importancia a la investigación (729 millones), a la red ferroviaria y de carreteras (300 millones) y al alquiler de viviendas.

El PSOE ha buscado rápidamente una utilidad al superávit presupuestario -0,5% del Producto Interior Bruto (PIB)- que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció el martes en el Congreso. El portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Jesús Caldera, explicó ayer mismo a qué destinaría su partido el excedente de las cuentas públicas, que equivale a 3.500 millones de euros. Caldera lanzó las siguientes propuestas:

La creación de una oficina presupuestaria en el Congreso y el fortalecimiento del Tribunal de Defensa de la Competencia cierran, con cinco millones cada uno, el decálogo socialista.

Lejos de este modelo, Montoro arrojó ayer algo más de luz sobre el anuncio de que las cuentas de 2003 van a registrar un superávit del 0,5% del PIB. La Seguridad Social tendrá un excedente de entre el 0,8% y el 0,9%, frente al 0,5% previsto, por la mejor evolución del empleo, que ha incrementado mucho las cotizaciones al sistema.

Por otra parte, el déficit de las Administraciones públicas deberá situarse entre el 0,3% y el 0,4%, en lugar del 0,5% inicialmente esperado, aunque Montoro no especificó ayer esa cifra. La mejora de esta partida se producirá gracias a la positiva evolución de los ingresos tributarios. La recaudación por IVA, la de IRPF, el impuesto de sociedades y los especiales han contribuido, por este orden, a superar la previsión. La suma de los dos capítulos (Seguridad Social y Administraciones del Estado) da lugar a ese 0,5% anunciado, un colchón que supone la "antesala de nuevas bajadas de impuestos", según vaticinó Montoro.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria, que el Gobierno aprobó a finales de 2001 para garantizar el equilibrio de las cuentas públicas, es muy estricta al señalar a qué se debe destinar el superávit. Si procede de la Seguridad Social, como es el caso, se destinará "prioritariamente" al Fondo de Reserva -especie de hucha que contribuye a garantizar el futuro de las pensiones. También puede emplearse en otros cometidos, pero siempre relacionados con la Seguridad Social. Si el superávit proviniese de las Administraciones del Estado, habría que emplearlo en reducir la deuda pública, no en elevar el gasto.

Con estas premisas, técnicamente no es posible dedicar el superávit anunciado por Montoro a los gastos que propone el PSOE. Sí es factible, sin embargo, registrar un mayor déficit del Estado para invertir en esas políticas y luego equilibrarlo con el superávit de la Seguridad Social sin llegar a arrojar excedente.