Las cepas de la biotecnología arraigan en el parque sevillano

Biomedal es un ejemplo de lo fructífera que puede ser la investigación dedicada al desarrollo de nuevas tecnologías en el campo de la biología molecular. A pesar de su juventud -se fundó en abril de 2000- ha acuñado ya procesos propios que han despertado el interés de multinacionales. Su proceso para la producción intensiva y recombinación de proteínas a través de la manipulación genética de bacterias es, según su director gerente, Ángel Cebolla, "el más barato que se ha logrado a escala mundial".

Acostumbrados a industrias tradicionales que generan bienes concretos, el salto que representa la biotecnología resulta difícil de entender para cualquier profano. A veces se trata de fabricar procesos que a su vez desencadenan otros, como las cepas especializadas de Biomedal o el nuevo método que han ideado para la construcción y purificación de proteínas. "Se programa a la célula para estimular la producción de la proteína que desees", explica Cebolla, que acaba recurriendo a un símil disparatado pero bien claro: "Es como si programaras a una vaca para que hiciese coca-cola".

La empresa, que ha recibido varias subvenciones públicas de la Comisión Europea, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Instituto de Fomento de Andalucía para sus proyectos, ha elaborado también en colaboración con otras firmas una plataforma para producir grandes volúmenes de partículas de tamaño homogéneo y programable, que se aprovecha de un principio de la física de fluidos descubierto recientemente. Las aplicaciones del mismo incluyen desde la posibilidad de producir espumas de microburbujas a la microencapsulación de microorganismos.

Hongos contra hongos

Tanto Biomedal como NewBioTechnic (NBT) simbolizan el espíritu emprendedor que se puede encontrar en la isla de la Cartuja. Tienen el valor añadido de haber nacido con capital andaluz. Ambas trabajan en el campo de la biotecnología. NBT, fundada en 1999, centra su actividad en la agricultura y la agroalimentación. En sus pocos años de actividad la firma ha registrado alrededor de una veintena de patentes, entre ellas la del gen responsable de aumentar la resistencia de la vid a un hongo, que han transferido a una multinacional estadounidense.

Los dos campos en los que se ha especializado esta empresa son el control biológico de cultivos y la biología molecular aplicada al sector agrícola. Un ejemplo del primero es la utilización de hongo Trichoderma, empleado para combatir otros hongos que atacan plantas. En el segundo caso se dedican a la secuenciación del ADN de microorganismos y plantas para determinar aplicaciones concretas de los genes, como fue el caso de la resistencia de la vid a un hongo.