Una diputada chilena dimite tras acusar sin base a tres políticos de pederastia

La diputada de la derecha Pía Guzmán, que acusó a tres parlamentarios chilenos de participar en una red de pederastia basada en información no probada de terceros, dimitió de su cargo de vicepresidenta del partido Renovación Nacional (RN), donde no la respaldaron, y se enfrentará a una querella por calumnia del partido en el que militan dos de los imputados, que puede terminar con su desafuero y procesamiento. El escándalo por la acusación sin fundamento estremeció al mundo político chileno, donde ha habido parlamentarios acusados de participar en delitos contra los derechos humanos en la dictadura y otros señalados falsamente como consumidores de drogas, pero hasta ahora nunca se ha acusado de aberraciones sexuales. Guzmán, una diputada del ala liberal de la derecha, que hace dos años escandalizó a sus correligionarios al pedir perdón por los crímenes cometidos por la dictadura, fue, al parecer, víctima de su ímpetu por perseguir y sancionar la pederastia, un delito con penas leves en Chile, y del deseo de protagonismo ante las cámaras de televisión.

Acompañada por su familia, Guzmán anunció en una rueda de prensa su dimisión y admitió que algunas declaraciones suyas eran "imprudentes".