La izquierda y los 'duros' del PRI frenan la reforma eléctrica de Fox

El debate sobre la apertura eléctrica en México echa chispas. Los duros del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) vigilan a los pragmáticos del partido, más proclives a una moderada privatización del sector, rechazada el pasado miércoles por 5.000 sindicalistas, liderados por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del histórico general Lázaro Cárdenas (1934-1940), que nacionalizó el petróleo.

Cárdenas, ex candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD), izquierda, blandió la Constitución mexicana para advertir al presidente Vicente Fox que el proyecto de apertura de su Gobierno puede constituir un delito de traición a la patria.

Menos nacionalismo rancio e inservible, menos privilegios sindicales espurios en danza y menos miedo a una mayor participación de la inversión extranjera en las áreas y procesos deficitarios, reclaman portavoces oficiales. La Hacienda Pública, agregan, no puede desembolsar los cerca de 50.000 millones de dólares en inversiones que México necesitará durante este decenio para atender las demandas industriales de energía, pirateada con empalmes en los tendidos por legiones de mexicanos. Partidos y legisladores discuten sobre la reforma esencial del sector, que obligaría a la enmienda del artículo 27 de la Constitución y es uno de los objetivos de Fox desde su victoria sobre el PRI en las generales de julio del año 2000.

El ex presidente priísta Ernesto Zedillo (1994-2000) también la intentó, sin lograrla. Diodoro Carrasco, que fue su ministro de Gobernación, sostiene que el debate se ha polarizado en el falso dilema de desnacionalizadores y nacionalistas. Al igual que otros miembros del PRI, apuesta por la flexibilidad, arguyendo que se trata de mantener la exclusividad del Estado en la generación, transmisión y distribución de energía para el servicio público y, al mismo tiempo, impulsar la cogeneración para el autoconsumo, la exportación y la venta a la paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).

"Las reformas estructurales (fiscal, eléctrica y laboral) suelen marcar diferencias importantes entre un país desarrollado con empleo y crecimiento o un país que no reúne las condiciones para generar los empleos que necesita", manifestó el ministro de Energía de México, Felipe Calderón. Según la secretaría de Hacienda, el PIB crecería dos puntos adicionales con esas reformas. "Es indispensable que haya una conjunción de fuerzas en el Congreso y, evidentemente, el partido que tiene la mayoría en las dos cámaras, que es el PRI, tiene un papel fundamental para que puedan aprobarse", agregó Calderón. México perdió varios cientos de miles de empleos durante los últimos años debido al decaimiento de su economía. Este año el PIB apenas crecerá un punto y medio.

El PRI cuenta con 222 escaños en una Cámara de Diputados de 500; el oficialista y conservador Partido Acción Nacional (PAN), con 151; el PRD, con 95, y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), coaligado con el PRI, con 17 escaños.

Los apagones en California fueron una de las bazas esgrimidas por los detractores de la rectoría privada en el sector. El perredista Martí Batres, actual viceministro de Gobierno en el Distrito Federal, sede de la alcaldía de ciudad de México, invitó en julio del pasado año al representante demócrata por California Robert Filner para que se explayara sobre los fraudes y trampas de las empresas privadas, Enron entre ellas. "No cometan nuestros errores", vino a decir el legislador estadounidense. Dos meses después de haberse liberalizado el sector, afirmó, las tarifas al consumidor se habían triplicado.

"Imagínense el impacto que eso tuvo en una empresa pequeña que pagaba unos 1.500 dólares al mes y ahora está pagando unos 4.000", avisó Filner. "Y pueden imaginarse también a un ciudadano de la tercera edad que pagaba 50 dólares al mes y de pronto tuvo que pagar unos 200". Argumentaciones de ese perfil se repiten en México entre quienes reiteran que debe ser el Estado, con las reformas y recursos pertinentes, el suministrador de energía.

Las resistencias en el PAN son menores comparadas con la grilla registrada en el seno del PRI, donde pugnan varias posiciones: su presidente Roberto Madrazo, y su secretaria general y coordinadora de los diputados, Elba Esther Gordillo, son proclives a un acuerdo con el Gobierno; lo rechazan los duros y dinosaurios, encabezados por el senador Manuel Bartlett, ex ministro de Gobernación y de Educación y ex gobernador de Puebla. El senador Óscar Cantón dijo que "están llevando al priísmo a un riesgo de ruptura más grave que el que provocó la salida de Cuahutémoc Cárdenas de las filas del partido", en el año 1996.