Simenon visto por Ricard Giralt Miracle
La Sala Vinçon de Barcelona exhibe 80 de las portadas de novelas del escritor que realizó entre 1948 y 1953 el grafista catalán
El 18 de noviembre de 1948, la editorial Aymà sacaba al mercado el primer título de una colección dedicada exclusivamente al escritor belga George Simenon, del que el editor Ferran Canyameres, exiliado en Francia y amigo de Simenon, tenía los derechos de traducción y edición. La portada de Los crímenes del canal estaba firmada por un tal M. Tlarig, un grafista que demostraba un gran conocimiento de las vanguardias artísticas y que planteaba, con gran sobriedad de medios, unas cubiertas de una fuerza visual poco común en la época. No podía ser de otra forma porque el tal Tlarig no era otro que el gran grafista, impresor y tipógrafo Ricard Giralt Miracle (Barcelona, 1911-1994). Aprovechando la coincidencia del centenario del nacimiento de Simenon y del FAD, del que Ricard Giralt Miracle fue miembro destacado, los dos hijos del grafista decidieron recuperar estas portadas que se exhiben hasta el 25 de octubre en la sala Vinçon (paseo de Gracia, 96. Barcelona).
El diseñador se vio obligado a firmar las cubiertas con el seudónimo de M. Tlarig
Entre 1948 y 1953, Ricard Giralt Miracle dibujó, diseñó e imprimió en su mítica empresa Filograf, fundada en 1947, más de ochenta portadas para las tres colecciones que la editorial Aymà dedicó a Simenon y su popular detective Maigret. "No hay originales. Recuerdo que leía el libro por la noche y a la mañana siguiente hacía la portada directamente con pluma sobre papel vegetal y con tintas planas que iba ajustando él mismo", explica Daniel Giralt-Miracle, que no tiene constancia de que su padre fuera especialmente fan del creador de Maigret, pero sí comenta divertido que hace años él mismo consideraba obras menores estos trabajos que ahora están entre los más apreciados por las jóvenes generaciones de grafistas.
También explica el porqué del seudónimo Tlarig, que no es otra cosa que Giralt al revés: "En los años veinte mi padre trabajaba como director del estudio gráfico de la editorial Seix Barral. También hizo carteles para ERC y el Sindicato de Estudiantes, entre otros. Durante la guerra fue movilizado y después estuvo en varios campos de concentración. Consiguió ser liberado gracias a la intervención de un falangista que intercedió por él, pero le inhabilitaron para ejercer su profesión. Hasta 1953 tuvo que firmar como Tlarig y fueron estos trabajos los que le permitieron subsistir estos años".
En las portadas, que suelen ilustrar el argumento de la novela de forma directa, Ricard Giralt Miracle se valía de sus muchos conocimientos del cartelismo, la publicidad y, sobre todo, de las últimas corrientes artísticas, desde el cubismo al expresionismo, pasando por el surrealismo de corte casi naïf. Pueden rastrearse referencias directas a Juan Gris, Picasso, Dalí o George Grosz, pero matizadas siempre por un trazo negro y caricaturesco que, gracias a la libertad que le permitía el género negro, buscaba el impacto sobre el futuro lector. "Estas portadas reflejan en cierta manera el final de una época en que el grafismo estaba en manos de los pintores antes de pasar a ser dominio de los diseñadores", comenta Daniel Giralt-Miracle, que el pasado domingo estrenó el primer Premio Nacional de Diseño que concede la Generalitat gracias a la exposición Gaudí
diseñador, pero sobre todo a su labor como estudioso y divulgador del diseño.
La exposición, enmarcada en un Año del Diseño parco en muestras de grafismo, incluye la cuidada reproducción digital en formato folio de unas ochenta portadas, realizada por Pau Giralt-Miracle, y una vitrina en la que pueden verse algunos ejemplares originales de las tres colecciones dedicadas a Simenon. Las portadas también se reproducen en un libro de pequeño formato que ha editado para la ocasión la revista de diseño Visual.
Babelia
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