Forjador de fantasías
Adolfo Bioy Casares publicó muchas novelas y relatos antes de sentirse escritor. Tenía 26 años cuando apareció La invención de Morel, la novela que le consagró. "Tengo seis libros anteriores que creo que son los peores seis libros del mundo", comentó en alguna ocasión.
Había nacido en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914 en el seno de una familia acomodada. A los 11 años escribió su primera novela, Iris y Margarita, para deslumbrar a una prima suya de la que estaba enamorado. La novela era un plagio de Petit Bob, de la escritora francesa Gyp. A los 14 años terminó Vanidad o Una aventura terrorífica, cuento fantástico y policial en el que ya se entrevén su estilo y sus intereses de madurez. Un año más tarde publica Prólogo en una edición pagada por su padre.
En 1932 conoció a Jorge Luis Borges, su amigo íntimo y cómplice de aventuras literarias. Dos años después publica Caos, un libro de relatos que recibe críticas muy adversas, y conoce a la escritora Silvina Ocampo, quien luego será su esposa durante 53 años. Bioy Casares, sin embargo, se ganó a lo largo de su vida una notoria fama de rompecorazones y tuvo numerosas amantes furtivas y algunas más públicas.
Llega el éxito
Los cuentos reunidos en Luis Greve, muerto, de 1937, tampoco le valieron al escritor más que un reconocimiento minoritario. Todo cambió con la publicación en 1940 de La invención de Morel. Bioy se convierte en uno de los máximos exponentes de la narrativa fantástica latinoamericana, territorio que continúa explorando en la novela Plan de evasión, aparecida en 1945, y en los seis relatos incluidos en La trama celeste, libro publicado en 1948.
La novela Diario de la guerra del cerdo se publica en 1969. Al año siguiente, Bioy Casares es galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Argentina. En 1972 aparecen Historias de amor e Historias fantásticas. Un año más tarde se publica la novela Dormir al sol. En 1990 recibe el Premio Cervantes, lo que lo convierte en el escritor más laureado de Argentina. Su mujer muere en diciembre de 1993 y, semanas más tarde, su hija Marta fallece tras ser atropellada por un automóvil. El 8 de marzo de 1999, en la ciudad de Buenos Aires, Adolfo Bioy Casares muere a los 84 años.
Babelia
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