121 multinacionales se unen para combatir el sida en los países pobres
La Coalición Global de Empresas ofrece tratamientos, infraestructura y formación
El sida no afecta sólo a los pobres. También los ricos sufren sus efectos. Pero tienen una ventaja: pueden combatirlos. Y eso es lo que hace la Coalición Global de Empresas para el VIH / Sida, una organización que agrupa a 121 multinacionales y les da consejo sobre cómo combatir una enfermedad que diezma a sus plantillas en los países más pobres. Gracias a su enorme potencial e implantación, empresas como Coca-Cola, Daimler Chrysler o British Petroleum ofrecen condones, tratamiento y apoyo a sus trabajadores de las zonas más castigadas por el virus.
La iniciativa fue en 1997 del presidente de Daimler Chrysler, Jörgen Schrempp, pero no tomó impulso hasta 2002, con la presidencia del ex secretario de Estado estadounidense, Richard Holbrooke, y el apoyo entre otros de la Fundación Bill y Melinda Gates. Desde 2001 los asociados han pasado de 17 a 121. Algunas de las empresas coaligadas, junto a las citadas, son Heineken, Levi Strauss, MTV, Renault, Pepsicola, Volkswagen, The Body Shop y Exxon. Ninguna española. Las 121 emplean a cuatro millones de trabajadores de 178 países.
La ONU ha reconocido el valor de esos planes de atención para trabajadores. En el catastrófico informe que presentó el lunes en la XIII Conferencia Internacional sobre el Sida y Otras Enfermedades de Transmisión Sexual en África, uno de los escasos capítulos positivos que señala Onusida es que en Suazilandia y Ghana todas las grandes compañías tienen programas antisida. En Etiopía, un 90%. La ONU reconoce que las multinacionales aportan gran parte de ese 1% de fármacos que llegan a África.
No esconden que su objetivo primero fue egoísta. "Toda empresa con intereses en África debe ocuparse del sida como de una parte más del negocio", explica en Nairobi Trevor Nielson, director ejecutivo de la coalición. "Un trabajador sano es un trabajador productivo", afirma la directora de servicios sociales de TataSteel, Shatki Sharma. Esta empresa es la mayor del sector metalúrgico en India, el segundo país con más infectados por el VIH del mundo (casi cinco millones de seropositivos) sólo por detrás de Suráfrica.
Un informe de la coalición indica que, por ejemplo, el 30% de los trabajadores en Suráfrica de la empresa minera Anglo Gold está infectado. "Tiene un impacto directo en la productividad, y devastador en las comunidades en las que las empresas operan", se señala.
Entre las primeras medidas adoptadas están el suministro de preservativos y la formación sobre la transmisión de la enfermedad, especialmente en zonas (minas, puertos, explotaciones petrolíferas) alejadas de las ciudades, lo que fomenta los núcleos de prostitutas.
Los problemas de salud de los empleados dejan a las multinacionales sin cuadros medios y causan absentismo, bien porque los trabajadores tengan que ir al médico, quedarse en casa con enfermos o, peor aún, ir a funerales y entierros de compañeros. Las bajas laborales suponen un coste añadido para los seguros y una sobrecarga de trabajo para sus servicios sanitarios, en países sin sistema de salud pública. "Pero la respuesta empresarial al sida no debe limitarse al lugar de trabajo", indica la coalición. "Si el sida amenaza el futuro económico y la prosperidad de un país, es parte del propio interés del negocio impedir que se extienda", añade.
Ayuda a los países
Con esta idea en mente y la participación de Onusida, la coalición ha elaborado un programa de ayuda a los países en los que trabaja, a los que pide implicación. El objetivo es crear una red en la que cada compañía ponga a disposición de las autoridades sus recursos. "El mundo de los negocios tiene capacidad de actuar más deprisa y con más efectividad", indica un portavoz.
La coalición ha fijado áreas de trabajo contra el VIH: comunicación y mercadotecnia;logística (la Fundación Coca-Cola pretende utilizar la red de distribución para repartir material sobre programas contra el sida); preparación de los empleados; asesoramientoa medio y largo plazo; compartir redes informáticas. Una última ventaja: la experiencia en crear consorcios públicos y privados. "La epidemia hace que la colaboración y promoción de soluciones sea muy urgente. En este documento se presenta, de momento, un proyecto", dicen.
De especial interés puede ser la implicación de los laboratorios. Bayer, Abbot, Bristol-Myers Squibb, GlaxoSmithKline, Merck y Pfizer están en la asociación.
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