Grupos de alumnos elevan sus quejas al Ararteko por la nueva regulación

El malestar causado por la resolución del departamento ha llevado incluso a algunos grupos de alumnos a dirigirse a la institución del Ararteko, dirigida por Mertxe Agundez, en busca de ayuda. Este periódico ha tenido acceso a una de esas quejas, en la que el estudiante expone su malestar por los cambios en el curriculum de Bachillerato porque "afectan" a su "capacidad y derecho de elección", así como a su formación.

"Debido a estos cambios", prosigue en su queja, "no puedo cursar las cuatro asignaturas de modalidad necesarias para acceder a los estudios posteriores que deseo realizar, situación que me pone en desventaja respecto a cualquier otro estudiante del resto del Estado". Finalmente, solicita la intervención del Ararteko para "resolver esta conculcación de derechos".

Comisiones Obreras, sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública, y el PSE fueron los primeros en criticar la resolución y en alertar sobre los problemas que iba a conllevar aplicarla en los centros. El responsable de Enseñanza de la central, Javier Nogales, considera que la resolución es un atropello "académico y educativo" hacia la labor que realizan los equipos directivos, los tutores y orientadores de los centros, que se encontraron con la nueva regulación en pleno periodo de matriculación, cuando ya habían orientado al alumno sobre las opciones a elegir en función de sus preferencias profesionales y universitarias.

Nogales exige la retirada de la norma y cree que, como mal menor, el departamento debe, al menos, habilitar una hora más para el alumnado de Bachillerato, pasando de 31 a 32 horas para que así puedan elegir optativas de modalidad con cuatro horas.

Debate en el Parlamento

La controvertida resolución llegará hasta el Parlamento. La portavoz del PSE para cuestiones educativas, Isabel Celaá, ha presentado una proposición no de ley instando al departamento a mantener la estructura del Bachillerato de forma que las asignaturas optativas tengan cuatro horas, al igual que las de modalidad.

Según Celaá, la consejera Iztueta ha "destrozado de un solo tajo" la posibilidad del alumno de jugar a dos carreras y le obliga a decidirse en Primero de Bachillerato. Por eso, le reprocha que "no estudie los temas en su globalidad y en profundidad" y sopese las consecuencias de sus actos antes de adoptar una decisión. "Por tratar de ajustar los horarios de Historia y de Filosofía acaba de abrir la estructura del Bachillerato en canal generando muchos más problemas de los que ha tratado de resolver", critica.