Muere Johnny Cash, el músico que puso voz a las historias de la América olvidada
El cantante 'country' falleció en Nashville a los 71 años por una insuficiencia respiratoria
Johnny Cash, el Hombre de Negro, el cantante y compositor que vendió 50 millones de discos a lo largo de casi cincuenta años de carrera profesional, murió ayer en un hospital de Nashville, la capital de la música country. Cash falleció a los 71 años debido "a complicaciones derivadas de la diabetes que le produjeron una insuficiencia respiratoria", según su mánager, Lou Robin. El músico que quiso hablar "en nombre de las voces ignoradas, de las voces suprimidas", y que marcó e inspiró a toda una generación que desborda los límites del country -entre otros, Bob Dylan ha asumido siempre la gran influencia que tuvo sobre él- y que fue reconocido con once premios Grammy, también sufría de asma y glaucoma.
Quiso diferenciarse de "todos los que llevaban ropas relucientes, botas de 'cowboy' y bisutería"
"No estoy obsesionado con la muerte, estoy obsesionado con la vida"
Sus seguidores y amigos hablaban ayer de otra causa que explicaría la desaparición de Johnny Cash: según estos testimonios, tenía el corazón roto desde el pasado mes de mayo, cuando murió su mujer, June Carter Cash, también cantante, que acompañó a su marido en numerosas actuaciones y que escribió algunas canciones para él. Cierto o no, Cash llevaba varios años de hospitales y tratamientos contra problemas en el sistema nervioso y muscular -sufría la enfermedad de Shy-Drager, parecida al Parkinson- y neumonía, entre otras cosas. En una de sus últimas entrevistas en televisión, hace algunos meses, le confiaba a Larry King en la CNN sus problemas de "falta de voz, de fuerza, de aire para respirar", pero añadía que seguiría cantando hasta el final "porque me encanta". La voz profunda y triste de Cash era una de sus señas de identidad más característica y más apreciada.
El reinado de Cash, que grabó su primer disco en 1955 y que escribió más de 1.500 canciones, conoció su apogeo en los años sesenta y setenta. Nacido el 26 de febrero de 1932 en Arkansas en el seno de una familia pobre y en plena Depresión, Cash se inspiró siempre en historias de trabajadores, de mineros, de campesinos, de cowboys y de empleados de ferrocarril, en las pequeñas tragedias de la vida vulgar, en el amor y en la soledad y en vidas de perdedores: en Folsom prison blues recordó la vida en la cárcel; en One piece at a time contó la historia de un trabajador de una fábrica de automóviles que se construyó un coche a base de las piezas robadas, una a una; I walk the line, una de sus canciones emblemáticas y su primer gran éxito, es una hermosa declaración de amor y de fidelidad a cualquier precio; La balada de Ira Hayes recoge la amarga vida del indio americano que, como marine, ayuda a levantar la bandera de las barras y las estrellas en Iwo Jima, pero no puede soportar luego el racismo que encuentra a su vuelta del Ejército y muere alcoholizado...
Soledad
"He querido hablar en nombre de las voces ignoradas, de las voces suprimidas en el negocio del espectáculo, para no hablar de la política o del sistema educativo", escribió Cash en su autobiografía, publicada en 1997. Marcado por las historias de trabajadores del campo que escuchó de niño y por la muerte accidental de uno de sus hermanos, dos años mayor que él, descubrió las simas de la soledad cuando estaba en las Fuerzas Aéreas de EE UU, con base en Alemania, entre 1951 y 1954, y escapó de ellas gracias a la música: "Si no hubiera cantado todas aquellas viejas canciones country que conocía, no creo que hubiera podido salir adelante", declaró posteriormente a la agencia AP.
Cash decidió vestir de negro a los 25 años, para diferenciarse de "todos aquellos que llevaban ropas relucientes, botas de cowboy y bisutería", y quizá también para reflejar la melancolía que llevaba dentro. Pero siempre negó que fuera algo patológico: "No estoy obsesionado con la muerte, estoy obsesionado con la vida". Parte de esa vida conoció tiempos agitados y, ya en la época del éxito, atravesó una larga etapa de drogodependencia y alcoholismo, que él atribuyó a la indigestión de fama, y de la que le sacó su segunda mujer, June Carter Cash, con la que se casó en 1968. Entre ellos dos y sus hijos formaron una auténtica dinastía musical de cantantes, compositores y productores.
Cash trascendió el ámbito de la música country. Lanzó, con Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y Carl Perkins, el legendario sello Sun Records a mediados de los años cincuenta. Además de todos los premios y las distinciones recibidas, fue miembro del Rock and Roll Hall of Fame y del Country Music Hall of Fame, el único en pertenecer a los dos, además de Elvis. Cash fue un pionero en el crossover -lograr que una canción country estuviera en las listas de éxitos de música pop y rock- y su importancia fue ayer reconocida por todos los críticos musicales de EE UU. "No sólo fue un gigante musical, fue además un icono cultural, algo que se puede decir de muy poca gente", según Ed Benson, presidente de la Asociación de Música Country. Para Mick Jagger -recoge AP-, "su influencia se extiende a lo largo de muchas generaciones de gente muy distinta. Me encantaba como cantante y como compositor", añadió el líder de los Rolling Stones. Para Merle Kilgore, que escribió con Cash uno de sus grandes éxitos, Ring of fire, el de ayer fue "un día triste en Tennessee, pero un gran día en el cielo".
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