Kofi Annan abre el debate sobre la reforma de la ONU tras el fracaso en el conflicto de Irak
El secretario general afirma que el "Consejo de Seguridad debe reflejar las realidades del siglo XXI"
Kofi Annan quiere reformar la ONU. Es una tarea colosal, imposible dicen algunos, pero absolutamente necesaria, asegura el secretario general de Naciones Unidas, si la institución creada a finales de la II Guerra Mundial quiere seguir jugando un papel relevante en el nuevo panorama internacional, brutalmente alterado por los atentados del 11-S y la brecha abierta con la guerra de Irak. Annan ha pedido a los 191 miembros que reflexionen sobre el futuro de Naciones Unidas y acudan a la Asamblea General, que se celebrará dentro de dos semanas, con "ideas nuevas".
"Tengo la sensación desagradable de que el sistema no funciona como debiera", dijo Annan en rueda de prensa el lunes. El secretario general espera ahora aprovechar las discusiones sobre Irak y las repercusiones del atentado del pasado 19 de agosto contra su representante en Irak, para replantear el papel de la institución fundada en 1945. Annan aprovechó su informe anual sobre los progresos de la Declaración del Milenio, el documento que se aprobó en 2000 y que suma los objetivos de la ONU en las próximas décadas, para hacer un llamamiento urgente a favor de la reforma. "Los Estados miembros deben examinar detenidamente la actual arquitectura de las instituciones internacionales y preguntarse si son realmente adecuadas a las tareas que nos esperan".
"Nuestra organización empezó con 51 miembros y ahora tiene 191. Sería sorprendente que tal crecimiento, que refleja los cambios en el mundo, no exija que nos adaptemos", afirma Annan en el documento. "Es vital que la comunidad internacional no permita que persistan las diferencias de estos últimos meses porque no hay sustituto a la legitimidad de Naciones Unidas".
Reformar la ONU es reformar el Consejo de Seguridad, sus miembros y su mecanismo de toma de decisión. Desde hace años, se habla de ampliarlo a países como Alemania o India, para mejorar su representatividad. "La composición del Consejo de Seguridad, la misma desde 1945, contrasta con la realidad geopolítica del siglo XXI", dijo Annan.
"Todos estamos de acuerdo al reconocer que existen nuevas amenazas, pero no nos ponemos de acuerdo sobre su naturaleza, ni sobre el tipo de respuesta, ni siquiera si es adecuado darles una respuesta colectiva", dijo Annan. "Hay dos tipos de amenazas: las duras, como las armas de destrucción masiva y el terrorismo, y las blandas, como la pobreza y el sida. No estoy muy seguro, si hiciéramos un sondeo, de que el terrorismo o las armas alcanzaran los primeros puestos", añadió.
Cumbre de Ginebra
Annan también anunció su intención de reunir a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia, el próximo sábado en Ginebra, para tratar de alcanzar un consenso sobre el modelo que se quiere aplicar en el nuevo Irak. "Si el modelo de Afganistán, Kosovo o Timor Este. Todos ellos están la mesa de discusión", afirmó. La ONU se ocupa de la Administración civil en Kosovo y Afganistán mientras que EE UU y sus aliados tienen el control militar.
Esta iniciativa no cayó bien a todos. "No se puede al mismo tiempo pedir cambios y consolidar la vieja estructura de la ONU, al reunir al pequeño club de los cinco", comentó un diplomático europeo.
La UE pretende desde hace tiempo tener una presencia permanente en los órganos de decisión de la ONU. El comisario europeo de Relaciones Exteriores, el británico Chris Patten, presentará hoy un informe en Bruselas en el que apuesta por una mayor influencia europea en Naciones Unidas, informa Bosco Esteruelas. Patten cree que divisiones como la de la guerra en Irak pueden ser evitadas con mayor coordinación y prevención. El compromiso de la UE con el multilateralismo debe reflejarse mejor en las relaciones con las instituciones internacionales, comenzando por la ONU, observa el comisario en el documento. Patten cree que la UE, como principal contribuyente de la organización, debe encontrar vías para fortalecer una influencia política en el sistema de Naciones Unidas.
Las tres recomendaciones concretas de Patten son: mejorar los mecanismos de coordinación en Bruselas, Nueva York, Ginebra y Viena, establecer una representación directa comunitaria en los foros que aborden cuestiones de su competencia y crear mecanismos de alerta de la UE con las agencias de la ONU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.