La nueva normativa lingüística de Pamplona queda en manos de CDN
El Ayuntamiento de Pamplona, que preside UPN, podrá elaborar rótulos y toda la información escrita que genere sólo en castellano o sólo en euskera (en lugar de usar ambos idiomas en el mismo soporte); eso sí, para conseguirlo deberá contar con el beneplácito de su socio CDN. La polémica por la modificación de la ordenanza lingüística en el consistorio de la capital navarra ha terminado con la aceptación por los regionalistas del derecho de veto de sus socios.
El pleno del consistorio aprobó en la noche del pasado jueves la separación idiomática en diferentes soportes, pero, merced a una enmienda de CDN, ésta decisión deberá estar "motivada" y contar previamente con el apoyo del partido de Juan Cruz Alli en la comisión de gobierno.
El portavoz regionalista en el consistorio, José Iribas, reconoció públicamente la existencia de un pacto verbal que exigirá la unanimidad previa de ambos grupos al decidir la separación de textos, rótulos o informaciones en euskera y en castellano. "Jamás impondremos nuestra mayoría en la comisión de gobierno", aseguró. "Exigiremos la unanimidad cuando las circunstancias excepcionales recomienden esa separación", añadió el convergente Ignacio Pérez Cabañas, concejal delegado de Cultura.
La oposición, escéptica
La oposición mostró su escepticismo sobre la capacidad de influencia de los dos concejales de CDN en el equipo de gobierno municipal y, mostrándose abierta a introducir cambios en la normativa vigente hasta ahora, pidió un consenso mucho más amplio y el respeto al bilingüismo, entendido como uso conjunto de dos lenguas en un mismo soporte.
Los impulsores de la reforma defendieron, por el contrario, el concepto de bilingüismo como mero uso de dos lenguas, sin que ello requiera que compartan soporte. "No se lesionan derechos y se respeta la Ley del Vascuence de 1996, que no obliga a los ayuntamientos de la zona mixta de Navarra al uso de soportes únicos", dijo el portavoz de UPN.
Le contestó el de EA-PNV, Iñaki Cabasés, recordándole la definición de bilingüe que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española: "Escrito en dos lenguas". Cabasés pidió una "convivencia plena y normalizada" de ambas lenguas.
Los socialistas, IU y Aralar criticaron la reforma y advirtieron de que generará un margen discrecional en la hasta ahora plena normalidad lingüística con que ha vivido la ciudad. La rotulación exclusivamente en castellano de nuevas calles y servicios municipales y la difusión de programas separados para las fiestas de San Fermín fueron el pasado mandato objeto de pronunciamientos judiciales adversos para los regionalistas.
La sustitución de los letreros de carretera bilingües por otros en los que sólo figura el nombre castellano de la ciudad, Pamplona, ha abierto en los últimos meses una guerra de tachaduras en todos los accesos a la capital.
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