Mejor prevenir

Los españoles no cuidamos suficientemente nuestro cuerpo, por lo que nuestra salud se ha deteriorado en los últimos cinco años. Lo demuestran claramente los datos de la Encuesta Nacional de Salud adelantados el miércoles por la ministra de Sanidad, Ana Pastor: los consumidores de alcohol en la población adulta han pasado del 62,5% en 1997 al 68,5% en 2001, año del último macrosondeo; el porcentaje de fumadores, del 35,7% al 37,2%, y la mitad de la población española pesa más de la cuenta. Esto último es especialmente inquietante entre la población infantil: el 15% padecen obesidad y casi el 50% tienen sobrepeso. Además, uno de cada dos españoles no hace ejercicio, ni siquiera anda media hora seguida al día. España vive una "auténtica epidemia de sedentarismo", en palabras de la ministra.

En alcoholismo y tabaquismo, para colmo, vamos a peor. Entre 1987 (fecha de la primera encuesta) y 1997 había descendido el porcentaje de consumidores. El incremento que se ha producido después de esa fecha muestra el agotamiento de las medidas adoptadas en los noventa. En el caso del tabaco se ha puesto en marcha otra batería de acciones para controlar el consumo, a partir de dos directivas europeas: el nuevo etiquetado de las cajetillas y las restricciones publicitarias. El Gobierno, sin embargo, se resiste a aumentar los impuestos sobre los cigarrillos, una de las decisiones más efectivas, según la Organización Mundial de la Salud.

Para evitar el sobrepeso y la obesidad se ha hecho realmente poco. La ministra ha anunciado un Plan Nacional de Nutrición y Actividad Física y ya presentó en julio a los consejeros de las comunidades autónomas el Plan Nacional de Cardiología, que incluye un abanico de medidas para prevenir esa enfermedad. Los médicos aplauden esta apuesta por la prevención. Lástima que no se haya hecho antes de alcanzar cifras tan negativas.