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El sistema educativo ha perdido el 25% de los alumnos en los últimos ocho cursos

El descenso de colegiales ha afectado más a la red pública que a la privada

La caída de la tasa de natalidad y la consiguiente pérdida de alumnado ha situado al sistema educativo vasco en una complicada situación, tanto a la red pública como a la privada concertada, que escolariza al 53% de los escolares de Euskadi. Desde el curso 1994-95 hasta el 2002-03, la red de enseñanza no universitaria (de 3 a 18 años) ha perdido uno de cada cuatro alumnos, pasando de los 401.012 que se contabilizaron hace ocho cursos a los 301.861 del pasado, un 25% menos.

Si la comparación se remonta algunos años más atrás, la intensidad del fenómeno es demoledora. Desde el curso 1986-1987 hasta hoy, la pérdida del alumnado llega nada menos que al 41%. Aunque la tendencia al descenso es común en toda España y en el conjunto de países de la Unión Europea, se manifiesta de una forma más acusada en el País Vasco. El descenso de la natalidad, iniciado a mediados de los años 70, ha supuesto una reducción progresiva de la población escolar desde la década siguiente y se ha ido extendiendo a todas las etapas y a las dos redes.

Sin embargo, este descenso ha sido más pronunciado en la red pública, que también se ha visto perjudicada por la reforma educativa, que ha facilitado que en casi todos los colegios concertados se pueda estudiar desde los dos hasta los 18 años. Se trata de un factor de competitividad importante frente a la red pública, en la que un alumno tendrá que cambiar varias veces de centro a lo largo de su vida escolar.

El máximo impacto de la caída de alumnado se ha producido hasta la fecha en el tramo de edad que va desde los tres hasta los 14 años y ya se deja sentir en el tramo de 14 a 18 años, aunque sus consecuencias se harán más patentes en los próximos años. Atendiendo a las proyecciones demográficas sobre la evolución de la natalidad y de la población escolar, el Departamento de Educación no espera para los próximos años un incremento en el número de niños de tres años que ingresan en el sistema educativo.En la actualidad, entre 17.000 y 19.000 niños de tres años se escolarizan cada curso. Los expertos calculan que el descenso del alumnado no universitario por la escasa natalidad cesará probablemente en el año 2008.

Educación ya analiza este asunto en su borrador del plan de gestión del personal docente no universitario para el periodo 2003-2006, al que ha tenido acceso este periódico. El informe destaca que a la cifra de ingresos cada curso hay que sumar la incorporación de los hijos de inmigrantes. Ello puede contribuir en una pequeña medida a paliar los efectos de la caída de la natalidad. El número de escolares de origen extranjero en la red pública se ha triplicado en los últimos tres años, pasando de 4.185 en el curso 2000-01 a 7.823 en el 2002-03, de los que 3.754 proceden de Latinoamérica, 1.924 de África, 1.275 de Europa del Este y Asia, y 870 de la UE y Norteamérica. La tónica, según el informe, se prevé alcista.

De todas formas, el departamento prevé para los próximos ejercicios un ligero descenso en el alumnado de 12 a 18 años, pese a la incorporación de 1.868 hijos de inmigrantes en Secundaria en el curso 2002-03. El sistema educativo vasco perdió casi 20.000 escolares en esa franja de edad entre los años 2000 y 2002.

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Plantilla docente

La falta de alumnos repercute directamente en el profesorado. Pese al notable descenso de escolares, Educación no se plantea reducir la plantilla docente, aunque puede encontrar la ocasión en la jubilación de una parte de ella. En estos momentos, la edad media del profesorado es de 47 años y en 2006, esa media rondará los 50. La consejería "desea", según indica en su informe, "rejuvenecer la plantilla de forma equilibrada" para que no se produzca una disminución neta de empleo en los próximos años.

Para ello, su objetivo es incorporar, entre otros, docentes con conocimientos en las nuevas tecnologías de la información y en las nuevas disciplinas que se demanden en los próximos años, además de los profesores que se necesiten para realizar las sustituciones.

Otra de las instituciones que se resiente de la pérdida de estudiantes es la universidad. El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Manu Montero, ya auguró que el descenso de la natalidad afectará a las cifras de matriculación en la universdidad pública hasta 2007. Año tras año, se han ido confirmando las previsiones pesimistas. Sin embargo, la tendencia a la caída en la matriculación se rompió el pasado curso, cuando, de forma sorprendente, el número de matrículas para primero creció más de un 10% respecto al anterior (9.523 alumnos frente a 8.639). La racha parece continuar porque el próximo curso entrarán en la UPV aún más alumnos, según el ritmo de matriculación registrado el pasado julio. En septiembre se abre el segundo plazo de matrícula.

El bajón de alumnos también puede ofrecer nuevas oportunidades al sistema educativo, que se puede defender mejorando el número de escolares por aula y también el de profesores por grupo. Los docentes tienen menos colegiales a su cargo, con lo que, en teoría, pueden desarrollar mejor su trabajo y llegar a ellos con más facilidad y más medios. Esto se percibe con mayor claridad en la red pública, que sufre más la pérdida de población escolar. Por ejemplo, el segundo ciclo de Educación Infantil (de tres a seis años) registró el pasado curso 2002-03 una media de 16,91 alumnos por grupo en la red pública y 21,18 en la privada. En Primaria (seis a doce años), en los colegios públicos se registró una media de 16,63 alumnos por aula, frente a 21,54 en la privada. En Secundaria (de 12 a 16), la red pública acrecienta las diferencias y soporta aún menos alumnos por aula (17,60) que la privada (23,72). En los Bachilleratos se iguala algo la situación, ya que los institutos públicos contabilizan 19,39 alumnos por aula y los centros privados, 21,21.

Comisiones Obreras, sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública, considera que la actual coyuntura permite al departamento encarar una serie de retos que serían impensables con aulas masificadas. El secretario general de Enseñanza de CC OO, Javier Nogales, cita entre estos retos el rejuvenecimiento de la plantilla docente, la introducción de nuevas figuras de apoyo a los alumnos, la mejora de la formación de los profesores y una mayor atención a las necesidades educativas especiales y a la inmigración. "Es el momento de tomar medidas que mejoren la calidad del sistema y lo hagan más atractivo", apunta.

Un detenido análisis sobre el sistema educativo realizado por el que fuera viceconsejero de Educación en la anterior legislatura, Alfonso Unceta, cita la ampliación de la oferta de enseñanzas, con el fin de captar a otro tipo de estudiantes, y el reforzamiento de los niveles más desatendidos como fórmulas que pueden utilizar los sistemas educativos para combatir la falta de alumnos. Otro procedimiento más drástico de afrontar la caída es la fusión de centros o su cierre.

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