Los acusadores de Cavallo piden al Gobierno que tramite las extradiciones

Uno de los abogados que representan a las víctimas del ex oficial argentino Ricardo Miguel Cavallo, el letrado Antonio Segura, emplazó ayer al Gobierno español a tramitar en el Consejo de Ministros de mañana, viernes, la extradición de los 46 ex militares argentinos procesados por el juez Baltasar Garzón o, de lo contrario, será "cómplice de genocidio", según manifestó en una rueda de prensa convocada por las víctimas de Cavallo.

El abogado del equipo de acusadores afirmó que "es una vergüenza" que la Fiscalía de la Audiencia Nacional no esté presente en las declaraciones de las víctimas de las torturas ante el juez Baltasar Garzón, porque constituye una "dejación de funciones por quien está obligado a perseguir el delito".

"Que discrepe sobre la competencia no es óbice para que el fiscal no esté presente en unas diligencias judiciales en las que hay un detenido", dijo. El letrado insistió en que si el Ejecutivo no da luz verde a las solicitudes de extradición, "pasará a la historia como un Gobierno que se posiciona contra los derechos humanos".

Otro abogado de la acusación, Carlos Slepoy, recordó la trascendencia de que el Consejo de Ministros de mañana tramite las extradiciones, ya que si las peticiones de entrega no llegan a Argentina antes del próximo 2 de septiembre el juez que ha ordenado la detención de los reclamados estará obligado a ponerlos en libertad.

Con el testimonio de otras tres víctimas de Cavallo en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) ha concluido prácticamente la instrucción del sumario, por lo que el juicio contra Cavallo, según las acusaciones, podría celebrarse en el primer semestre del próximo año.

Torturada por Cavallo

Ana Testa fue torturada personalmente por Ricardo Miguel Cavallo, pero los detalles sólo los precisó ante el juez Baltasar Garzón. A Cavallo, que fue su "responsable" durante el tiempo que permaneció en la ESMA, le definió como "absolutamente comprometido con el proyecto de eliminación masiva, que hizo parte de su proyecto de vida".

Durante el tiempo que estuvo detenida, Cavallo la trasladó en tres ocasiones a visitar a su familia en la localidad de San Jorge. "En aquellos momentos en mi casa se vivía un situación de secuestro general, ya que nadie podía entrar ni salir sin su autorización", afirmó la testigo.

La última vez que regresó a al ESMA vio que muchos compañeros ya no estaban. "Pregunté a Cavallo por ellos y me respondió: 'No están'. Volví a preguntar '¿Que quiere decir no están?' y me respondió: 'No están más".

Ana Testa vio a Cavallo por última vez en diciembre de 1980, cuando intentaba localizar a su marido. "Te tengo que decir que por no haber delatado a tu marido, cayó en el Ejército y seguramente no vas a saber nada más de él", le espetó Cavallo.

Silvina Testa, hermana de la primera testigo, definió a Cavallo como un personaje "frío, distante y siniestro". "Parecía que cuando Cavallo se desplazaba llevaba a la ESMA consigo", evocó la mujer ante los informadores.

Consuelo Orellana explicó ante el juez el secuestro y desaparición de su marido, el electricista Enrique Néstor Ardeti, en 1979. Tiempo después del secuestro, Cavallo llevó a Ardeti a su casa, donde estaban Consuelo Orellana y sus dos hijos.

Durante las dos horas que estuvieron en la vivienda, Cavallo, con el arma sobre la mesa de la cocina, les habló de la moral y la familia. Luego se llevaron a Néstor diciéndoles que iba a regresar si hacían lo que ellos decían. Les hicieron firmar un poder con el que se apoderaron de la vivienda y del coche, pero Néstor Ardeti no regresó nunca.