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Los sindicatos creen que la marcha de la ACB no justifica la regulación

El comité comunica hoy a la empresa la convocatoria de un paro

El comité de empresa de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) aseguró ayer que el expediente de regulación de empleo anunciado la semana pasada por la compañía responde a "la política de precios" de la firma y no a su marcha económica. Los sindicatos trasladarán hoy a la dirección la convocatoria de una huelga y de una concentración ante la Delegación de Trabajo para frenar el expediente, pendiente de aprobación y previsto para dos periodos: 13 de septiembre a 5 de octubre y 17 de noviembre a 31 de diciembre. La empresa lo justifica en la caída de pedidos.

El Grupo Arcelor, primer productor mundial de acero y propietario del 80% de la ACB -el otro 20% se reparte a partes iguales entre el Gobierno y la BBK-, tiene entre su prioridades el mantenimiento del precio de ese material. Su primer ejecutivo, el francés Guy Dollé, lleva dos años empeñado en hacer del precio una de las claves de la mayor siderurgia mundial.

El anuncio de una caída de los pedidos en la ACB de un 50% como justificación del expediente de regulación puede responder a una estrategia global de la compañía para no cargar el mercado de producto, lo que haría descender los precios. Ésta es la tesis que mantienen los sindicatos y que se corresponde con la política general del grupo, que prefiere que bajen las ventas a que lo haga el precio. Cuando hace dos años Dollé se puso al frente de Arcelor ya señaló que con precios bajos es imposible ganar dinero y marcó su alza y la reducción del endeudamiento como las dos claves de su gestión.

La ACB es actualmente uno de los centros productivos que Arcelor considera estratégicos. El valor de la planta de Sestao es doble: tiene acceso por mar, lo que facilita la entrada de materia prima (chatarra) y la salida del producto elaborado (bobinas), y es una de las empresas con instalaciones más modernas del grupo. Arcelor tiene incluido en su plan estratégico la expansión de este tipo de centros en zonas de litoral.

Uno de los indicadores que muestran que la caída de ventas de la ACB no es estructural es que Arcelor mantiene su inversión de 160 millones de euros para aumentar la capacidad productiva hasta 1,8 millones de toneladas. La capacidad inicial de producción de la acería vizcaína llegaba a las 870.000 toneladas. La nueva inversión ha permitido la contratación indefinida de otros 80 trabajadores, lo que ha elevado la plantilla hasta los 413 empleados. Dicha inversión permitirá fabricar bobinas de 1,5 milímetros de espesor, un producto muy competitivo.

Instalaciones flexibles

La ACB, que funciona con hornos eléctricos, resulta más flexible que otras instalaciones del grupo Arcelor. Su puesta en marcha y su parada no supone un coste elevado para la empresa frente a las acerías tradicionales, donde un parón resulta más caro que mantener las instalaciones en marcha. Tradicionalmente, ante una caída de la demanda las acerías reducían su producción, pero los costes fijos se mantenían y repercutían directamente en los resultados. Un cierre temporal de las instalaciones de la planta vizcaína supone, en cambio, un ahorro en mano de obra, chatarra y electricidad. La regulación de empleo permitirá a Arcelor trasladar a la ACB una reducción de la oferta de acero y así mantener el precio. Además, si el expediente se aprueba, su coste recaerá sobre el Inem, que tendría que hacerse cargo de las prestaciones a los trabajadores durante su vigencia.

El comité de empresa (cinco miembros de CCOO, cuatro de UGT, dos de ELA y otros dos de LAB) destacó ayer en un comunicado la buena marcha de la empresa y los resultados positivos tanto de Arcelor como de la acería de Sestao. Los últimos datos de Eurofer, la patronal europea del acero, muestran que se ha producido una caída de la demanda de acero en todo el continente, pero las previsiones para el segundo semestre del año apuntan a que se atenuará esa caída. La patronal reconoce que la mejora de la situación puede beneficiar más a las importaciones que al acero de producción europea.

Con este panorama, los sindicatos han decidido convocar una jornada de huelga y una concentración ante la delegación de Trabajo, según señaló a Europa Press el secretario de Política Industrial de CC OO, Rufino Betete. El comité trasladará hoy a la empresa su disconformidad con el expediente, una propuesta para cambiar el sistema de trabajo que evite su declaración, y su intención de presentar un informe en su contra. Trabajo tiene 15 días para resolver si autoriza o no la regulación de empleo.

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