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La naviera del grupo de Abel Matutes se integra en Baleària

La firma del ex ministro mantiene su 12% en Trasmediterránea

La naviera Baleària anunció ayer "la práctica incorporación del grupo Matutes" en la empresa, tras comprar el transbordador Illa de Botafoch, hasta ahora propiedad de Matutes. El barco se integrará en la comunidad de bienes Gestión Naviera, que ambas empresas mantienen desde hace dos años. Con esta operación, el grupo Matutes traspasa toda su flota, pero sigue con el 12% de la privatizada Trasmediterránea, tras denegarle la SEPI la venta de este paquete sólo un año después de comprarlo en concurso público.

La naviera valenciano-balear Baleària, que domina el mercado de Baleares y la Península, en competencia con Trasmediterránea, y se abre paso en las rutas del Estrecho en alianza con una empresa de Marruecos, suma una flota de 11 buques tras esta integración.

La nueva compañía mantendrá un reparto de capital casi equilibrado entre la anterior mayoría y los Matutes (56% para Baleària y 44% para el ex ministro, según distintas fuentes).La gestión seguirá bajo control del equipo fundador de Baleària, que preside Adolfo Utor, un antiguo dirigente socialista valenciano de 42 años.

La naviera privada espera sumar este año más de dos millones de pasajeros en las rutas de entre las islas y la Península y en el Estrecho. En 2002, el volumen de negocio fue de casi 60 millones de euros. Pitra y Umafisa, las empresas familiares del grupo turístico y comercial que lidera el ex comisario de la UE, Abel Matutes ya tenían un acuerdo para el negocio en la línea Ibiza-Denia y la propiedad compartida del barco Manuel

Azaña.

Baleària señaló ayer que además ha comprado el 25% del capital que quedaba en manos del anterior propietario de la hundida Flebasa, el ganadero Victoriano Sayalero, por más de 12 millones de euros. La naviera nació hace cinco años con un capital de 600.000 euros, como sociedad anónima laboral, por cesión de los activos y la deuda de nueve millones de euros, con 200 empleados. En 2002 pasó a sociedad anónima para poder competir tras la privatización de Trasmediterránea.

En la nueva flota de rápidos han invertido casi 90 millones de euros. La motorista Caterpillar financió un crédito del 80% para el Lorca, mientras que el nuevo Llull cuenta con una línea de ayuda de la UE de 12 millones. La estrategia de crecimiento, según Utor, es "restar clientes al avión". Baleària pleiteó ante la UE contra la Trasmediterránea estatal y lanzó campañas comerciales con sus competidores en las islas.

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