El bonito se estabiliza por encima de los dos euros tras el pacto sobre precios

El bonito de pequeño tamaño se volvió a pagar ayer en Mercabilbao por encima de los dos euros el kilo, el mismo día en que cofradías de arrantzales, empresas conserveras y grandes superficies firmaban un acuerdo para que el atún se venda por encima de 1,54 euros, precio mínimo fijado por la UE en 2002. El Gobierno vasco, que medió en el acuerdo, se ha comprometido asimismo a tratar de extender la iniciativa a otras comunidades del litoral cantábrico.

El tercer compromiso adoptado en el acuerdo incumbe a los compradores en primera venta (conserveras y mayoristas principalmente), que adquirirán el bonito necesario para "corregir los hipotéticos desequilibrios" de la campaña de este año. Los que sirven el producto al consumidor (pescaderos, grandes superficies) se comprometieron, por su parte, a promocionar en el punto de venta el bonito pequeño, que es el que tiene peor venta en las lonjas pesqueras.

Con este acuerdo se pone fin a la polémica surgida con el inicio en junio de la campaña de esta pesquería. Los arrantzales denunciaron los precios "irrisorios" de venta del bonito pequeño, conocido como mono o tomatero y que pesa menos de cuatro kilos. En las lonjas se llegó a vender hasta 16 céntimos por debajo de 1,55 euros el kilo, precio fijado por la Unión Europea en un reglamento de 2002, con el agravante de que, según se quejan los pescadores, este tipo de túnido, de difícil comercialización por ser de menor calidad que el de tamaño grande, está teniendo una presencia "inusual" en el mar.

El bonito tomatero alcanzó ayer en Mercabilbao un precio de 2,16 euros, tras una semana en la que se ha estabilizado por encima de los dos euros el kilo.

Consejo regulador

Esteban Olaizola, presidente de las cofradías guipúzcoanas, consideró el acuerdo como un "avance", pero lamentó que su alcance no sea más "amplio". A los pescadores les hubiera gustado que las conserveras se comprometieran a adquirir todas las capturas conseguidas, incluso en el caso de que superaran la cuantía prevista.

Otra de las aspiraciones de las cofradías, no contemplada en el acuerdo, es la de crear un consejo regulador similar al que controla el vino. El problema, para Olaizola, es que hay conserveras que se abastecen también de túnidos de otros caladeros y luego "lo envasan todo como bonito del norte". Para evitar estos "fraudes", los pescadores abogan porque se controlen las cantidades vendidas por cada cofradía y se confronte con el volumen de conservas comercializadas como bonito del norte. Las cofradías también desean que se promocione el producto para que el comprador sepa que el bonito que adquiere está pescado "con anzuelo, respetando las normas".

El consejero de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, declaró, no obstante, que el acuerdo firmado es "satisfactorio para todas las partes", que "han hecho una renuncia a unos pequeños beneficios" particulares para lograr un "beneficio común". El consejero anunció que el Gobierno vasco tratará de extender el acuerdo firmado ayer a las demás comunidades del litoral cantábrico, "que comparten los mercados de bonito del norte". De este modo, se pretende "corresponsabilizar" a estos agentes en el cumplimiento de la normativa comunitaria.

Todos los firmantes, entre los que se encontraban las dos cofradías vascas, varias conserveras, tres grandes grandes cadenas de supermercados y las asociaciones de detallistas de Guipúzcoa y Vizcaya, se comprometieron a crear una comisión de seguimiento de la aplicación del acuerdo.

La campaña de la pesca 2003, que se prolongará hasta noviembre, está siendo "aceptable", según Olaizola, quien advirtió que podría haber sido mejor si se hubiesen pagado precios más aceptables. Recordó que el precio medio estos días está en 2,10 euros, cuando hace tres años se pagaba a 2,40.