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La Iglesia anglicana de EE UU ratifica la elección del primer obispo gay

Los prelados conservadores convocan un concilio en octubre para debatir el cisma

La Convención Nacional de Obispos de la Iglesia anglicana de EE UU, denominada episcopaliana, ratificó ayer la elección del primer obispo abiertamente homosexual, el reverendo Gene Robinson. Fue una decisión histórica celebrada y repudiada con el mismo apasionamiento por los sectores progresista y conservador, cuyas diferencias parecen irreconciliables hasta el punto de poder detonar un cisma. Diecinueve de los obispos se marcharon en protesta de la sala donde se celebraba el sínodo en Mineapolis, tras la ratificación de Robinson por 62 votos frente a 43.

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La votación se produjo después de un arduo debate a puerta cerrada, torpedeado por acusaciones contra Robinson de "conducta sexual inapropiada" y bajo la sombra de la escisión. Los conservadores convocaron inmediatamente un concilio para octubre en el que debatirán la separación formal de la Iglesia. Al mismo tiempo apelaron a los primados anglicanos para que intervengan con "carácter de urgencia" para extirpar lo que calificaron como un "cáncer en el cuerpo de Cristo que ha roto la unidad para siempre". El reverendo Kendall Harman, uno de los líderes que aboga por la escisión, afirmó que "a menos que se produzca un arrepentimiento, esta trágica decisión destruye el camino por el que ha avanzado el cristianismo desde hace 2000 años".

El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la Iglesia anglicana, se hizo eco a través de un comunicado del "impacto significativo que la elección de un obispo homosexual tendrá en el mundo". Su capacidad de intervención es limitada puesto que la Iglesia anglicana, a diferencia del catolicismo, no tiene una jerarquía vertical, sino que está conformada por 38 secciones (provincias en el léxico anglicano), con autonomía para tomar decisiones. De hecho, varias provincias de Asia y África, tradicionalmente mucho más conservadoras que las occidentales, advirtieron ayer de sus intenciones de cortar relaciones con la Iglesia de EE UU.

El obispo homosexual, exultante, admitió que su confirmación, va en contra de las enseñanzas de la Iglesia, pero subrayó que "no por ello quiere decir que esté equivocada". "Nosotros adoramos a Dios, a un Dios vivo que nos conduce hacia la verdad", añadió. Robinson, divorciado de 56 años, estuvo acompañado por una de sus hijas, Ella, y por su pareja desde hace 13 años, Mark Andrew. Tomará posesión el 2 de noviembre.

En nombre del sector progresista, el reverendo Sandye Wilson, declaró que era "un gran día" para la Iglesia anglicana, que "finalmente había entendido que Dios ha creado a los hombres y mujeres para que fueran guardianes de la fe, sean homosexuales o heterosexuales". Tanto él como las voces a favor de la "inclusión y no de la exclusión" restaron importancia a las amenazas de cisma señalando que otros pronósticos similares nunca se llegaron a materializar, cuando se aprobó en 1976 el sacerdocio femenino y la ordenación de curas homosexuales en 1986.

La polémica se produce en medio de un gran debate nacional en EE UU sobre el derecho de los gays al matrimonio.

El obispo Robinson espera que su caso impulse la aceptación de los homosexuales en general y en particular el derecho a las uniones bendecidas por la Iglesia. Los obispos tienen previsto debatir ese tema antes de que finalice su convención el viernes. "Yo soy una grano de arena en un mar de cambios en la cultura de esta sociedad, que quisiera pensar que va a contribuir a la aceptación de mis hermanos gays y lesbianas".

El nombramiento de Robinson ha tenido que sortear una carrera llena de obstáculos. Además de los prejuicios sociales y la oposición del sector tradicionalista, fue objeto de una acusación de acoso sexual justo cuando la Convención Nacional de Obispos se disponía a votar su confirmación a últimas horas del lunes. Un feligrés heteroxesual envió un correo electrónico a los obispos en el que denunciaba los "tocamientos inapropiados" que el reverendo Robinson le había hecho durante un acto religioso.

Las acusaciones detuvieron la votación y un comité investigador lo "absolvió" tras entrevistar al acusador, David Lewis que se retractó y aceptó que muchas personas habrían considerado normal lo que a él le molestó: un toque en el brazo y el hombro. El comité investigador también absolvió a Robinson de una segunda acusación sobre su supuesta vinculación con un sitio de Internet que, a su vez, se conectaba con una página pornográfica.

El obispo Gene Robinson (a la izquierda), junto a su hija Ella y su actual pareja, Mark Andrew, tras su ratificación.
El obispo Gene Robinson (a la izquierda), junto a su hija Ella y su actual pareja, Mark Andrew, tras su ratificación.AP

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