La consagración del primer obispo 'gay' coloca a la Iglesia Anglicana al borde de un cisma
El arzobispo de Canterbury expresa su pesar por las divisiones en la congregación mientras Kenia anuncia que rompe sus lazos con la rama americana
Gene Robinson se convirtió ayer (esta madrugada hora española) en el primer obispo abiertamente homosexual de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos, entre las objeciones de grupos conservadores, que han celebrado una ceremonia alternativa y que amenazan con un cisma. Esta mañana, los líderes espirituales anglicanos del Tercer Mundo han condenado la consagración de Robinson y han señalado que su "comunión" con el seno de esta fe está "en entredicho", según un comunicado del primado de Nigeria. Pero la Iglesia anglicana de Kenia ha ido más lejos, al anunciar que desde hoy rompe sus lazos con la rama americana de la congregación, según ha anunciado un obispo keniano.
Ante 4.000 personas, entre ellas su pareja desde hace 14 años, Robinson, de 56 años, ha sido consagrado como el primer jefe de una diócesis que se declara homosexual por una confesión cristiana de relevancia. Pero la polémica que ha rodeado su elección le ha seguido hasta la ceremonia, celebrada en la Universidad de New Hampshire de Durham, capital del Estado del que ya es obispo. El rito obliga, como en las bodas, a preguntar a la congregación si "hay alguna razón por la cual no se debe seguir adelante", momento en el que el obispo adjunto de Albany, David Bena, y el reverendo Earle Fox, de la Diócesis de Pittsburgh, han expresado su desacuerdo.
Bena ha leído una declaración en nombre de 36 obispos de EE UU y Canadá que señala que el "estilo de vida de Robinson es incompatible con las Escrituras y las enseñanzas de esta Iglesia", mientras que Fox ha criticado la homosexualidad. En cambio, 55 obispos han respaldado con su presencia al nuevo mitrado, quien considera que su nombramiento supone un reconocimiento a los homosexuales, que "durante siglos se han visto relegados al margen de la sociedad". El obispo actual de Nueva Hampshire, Douglas Theuner, que se retirará el próximo 7 de marzo, ha alabado a Robinson durante el sermón y ha señalado que el prelado se convertirá en "un símbolo de la unidad de la Iglesia", puesto que "traerá a nuestra hermandad a un grupo entero de cristianos hasta ahora no reconocidos en la Iglesia".
Manifestantes a favor y en contra
Mientras, fuera del recinto, un grupo de manifestantes gritaba eslóganes contra Robinson y portaba carteles que decían Dios odia a los maricas, mientras otro grupo se manifestaba a su favor, ambos separados por agentes de la policía montada. La seguridad también ha sido estricta dentro del pabellón deportivo de la universidad, donde se ha desarrollado la ceremonia, con detectores de metales, perros policía y agentes apostados en el tejado. Además, Robinson se ha visto obligado a tener protección policial debido a las numerosas amenazas de muerte que ha recibido.
Los grupos conservadores han boicoteado su consagración y han celebrado su propia ceremonia en una iglesia cercana. La ordenación de Robinson, que está divorciado y tiene dos hijas, amenaza con provocar un cisma en la Iglesia Episcopal estadounidense, que cuenta con 2,3 millones de miembros, y refleja la división respecto a la homosexualidad en el seno de la Iglesia Anglicana, con 77 millones de seguidores en todo el mundo. El Consejo Anglicano de EE UU, uno de los grupos conservadores, ha calificado la elección de un homosexual no célibe como obispo como "una innovación escandalosa de la doctrina, la disciplina y el culto de la Iglesia Episcopal". Además, ha denunciado que muchos feligreses han dejado la Iglesia para expresar su protesta.
El Consejo pretende crear una red de diócesis y parroquias fieles a las creencias tradicionales, que podría convertirse en una confesión independiente. Si el cisma se materializa, podría dar lugar una lucha legal entre las corrientes para conseguir las propiedades de la Iglesia en EE UU. Pero no ha tardado en aparecer el fantasma de un cisma mayor. Esta mañana, los líderes anglicanos del Tercer Mundo han condenado la consagración de Robinson y han señalado que su "comunión" con el seno de esta fe está "en entredicho", según un comunicado del primado de Nigeria, Peter Akinola. La Iglesia anglicana de Kenia ha ido más lejos, al anunciar que desde hoy rompe sus lazos con la rama americana de la congregación, según ha anunciado un obispo keniano, Thomas Kogo.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, el líder espiritual de los anglicanos, ha expresado ya su "profundo pesar" por la divisiones, al tiempo que ha instado a los files a "trabajar muy duro" para reforzar la comunidad anglicana. A mediados de octubre, Williams convocó un sínodo en Londres en el que admitió que el futuro de la Iglesia "puede peligrar" si se materializaba la consagración. El sínodo no llegó a una conclusión concreta y se limitó crear una comisión para hacer una "reflexión teológica".
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