Las muertes por cáncer en España aumentan un 41% en 15 años

Las muertes por cáncer en España han aumentado un 41% entre 1985 y 2000, según datos recogidos en el último número de la revista Annals of Oncology. La cifra es la peor de toda la UE. En el mismo periodo, los fallecimientos por tumores crecieron un 11% en los Quince. La cifra también es muy mala si se descuenta el efecto del envejecimiento y el aumento demográfico. En ese caso, el número de muertes en España es un 6% mayor que el peor de los escenarios previstos en 1985: el que suponía que no se iba a llevar a cabo ningún tipo de programa de prevención.

Peor que España, sólo se encuentra Portugal, con un aumento del 10,58% descontando el posible efecto del Programa Europeo contra el Cáncer (ver gráfico). También la incidencia ha aumentado, aunque muy ligeramente, en Grecia. Estas cifras no se refieren al aumento total de muertes (sube en todos los países), sino al posible efecto o no de los programas de prevención.

El cálculo de estas cifras se ha efectuado a partir del número de muertes por cáncer en 1985, y multiplicándolo por un factor que recoja el efecto del aumento de población y el envejecimiento. Al resultado habría que restarle el efecto de los distintos programas europeos de prevención, sobre todo los de lucha anti-tabáquica y diagnóstico precoz. A los datos de los 12 países que en 1985 formaban la Unión Europea se han añadido posteriormente los de Suecia, Finlandia y Austria, para reunir el total de la UE, explican los autores del estudio, que ha sido dirigido por Peter Boyle, director del Instituto Europeo de Oncología.

El objetivo del programa era conseguir una reducción del 15% de las muertes. La meta sólo se ha conseguido en Finlandia y Austria. La disminución del número de fallecimientos (de algo más de un millón al año previsto a 945.000 reales) ha sido del 8,5% en toda la UE.

De acuerdo con los datos del estudio, el cáncer sigue siendo una enfermedad principalmente masculina (en los 15 años que abarca el trabajo las muertes entre los hombres han aumentado un 12,5% frente al 9,4% de crecimiento de los fallecimientos de mujeres). Sin embargo, la primera recomendación que Boyle y sus compañeros extraen es que "hacen falta claramente renovados esfuerzos para el control del [consumo de] tabaco entre las mujeres" y que existe "una fuerte justificación para introducir programas de chequeo sistemáticos para prevenir cánceres de cérvix y pecho".

La razón de estas medidas se deduce porque la reducción en el número de muertes de mujeres atribuible a los programas de prevención es menor que entre los hombres. Portugal y España encabezan la lista de países con mayor crecimiento de riesgo de muerte entre los hombre; entre las mujeres, los países peor parados son Grecia y Dinamarca.

Por tipos de tumores, el más peligroso es el de pulmón, (184.000 muertos en 2000). En este caso, lo más preocupante, según los oncólogos, es que la incidencia ha aumentado, sobre todo entre las mujeres, con un ligero descenso en los últimos años, que los expertos atribuyen a un endurecimiento de las políticas contra el tabaco. En el lado opuesto, el tipo de tumor que se ha reducido de una manera más significativa es el de estómago.

Los expertos también atribuyen un "gran fallo" a los científicos: "la incapacidad de bajar los índices de mortalidad en los casos de cáncer de mama en muchos países".