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LA REGULACIÓN ELÉCTRICA

Baleares bate récords de consumo en medio del temor a nuevos apagones

Las causas de la avería del lunes siguen sin aclararse por parte de la empresa Gesa-Endesa

El gran apagón registrado el pasado lunes en Mallorca y Menorca, que afectó a un millón y medio de personas, 800.000 de ellos turistas, ha desatado una tormenta política y el temor a que se repita un fallo de causas aún desconocidas. Mientras las islas batían un nuevo récord de demanda (el octavo del verano), con 898,2 megawatios registrados a las 12,42 horas, el PSOE acusaba al PP, responsable del Gobierno insular desde hace apenas un mes, de haber impedido la definitiva conexión de Baleares a la red energética peninsular mediante un gasoducto.

El PP devolvió la pelota al PSOE y responsabilizó al anterior Gobierno de las debilidades del sistema. El presidente de Baleares, Jaume Matas, dijo que solicitará hoy al presidente del Gobierno, José María Aznar, la necesidad de buscar una solución urgente al problema.El Gobierno insular y la empresa suministradora, Gesa (filial 100% de Endesa) anunciaron la creación de un "gabinete de crisis" para afrontar el problema.

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"Es tercermundista e intolerable", aseguró Pedro Cañellas, líder de la Federación de Hoteleros de Mallorca, que reclamó además "la decisión política y la solución puramente técnica" para solucionar el problema. Cañellas recordó que "cuando una persona está de vacaciones es muy difícil dar explicaciones de que ha habido un apagón general".

Urgencia

El líder de la oposición y ex presidente balear, Francesc Antich, del PSOE, reclamó al Gobierno Matas que ponga entre sus prioridades la solución al suministro de energía con la "misma rotundidad y urgencia" con la que decidió eliminar la ecotasa. Antich lamentó que Aznar bloqueara la opción del gasoducto que aprobó el ex Gobierno socialista.

Para el PSOE no basta que el Gobierno balear haya anunciado la apertura de un expediente de carácter informativo para determinar las responsabilidades que pudieran existir. Por ello, ha solicitado la comparecencia en el Congreso del ministro de Economía, Rodrigo Rato, para que de explicaciones sobre lo sucedido e informe de cuál es la situación del suministro para este verano.

En plena tormenta política, Mallorca recuperaba ayer la normalidad y el suministro eléctrico tras el caos del lunes y en medio de una ola de calor bochornoso. Pero normalidad no significa tranquilidad. Las causas del incidente aún no están claras. Según Gesa-Endesa, el apagón, que en las horas más afectadas duró desde las seis de la tarde a la una de la madrugada, se debió a "un fallo mecánico en una pieza no identificada de un transformador". La avería motivó el colapso en los sistemas de generación y transporte y el bloqueo total de tres grupos de la gran central de Alcúdia y de la subsidiaria de Son Reus.

El presidente de Gesa, Bartolomé Reus, pidió disculpas a la población afectada y reiteró que se trató de "una avería puntual en la red de transporte donde un transformador ha tenido un fallo, inducido por un factor que estamos estudiando".

En un revelador comentario, Reus "tocó madera" para conjurarse contra un eventual nueva avería. Y es que el ritmo de crecimiento del consumo eléctrico ha sido en el último año de 17,7 %, atribuible en parte al aumento de población y, sobre todo, a la generalización del uso del aire acondicionada en domicilios, establecimientos públicos y hoteles.

Medidas excepcionales

Sobre la grave situación creada, el consejero de Industria y Energía, José Juan Cardona, del PP, habló ayer por la mañana, 12 horas después del final del apagón, para decir que se adoptarían "medidas excepcionales y urgentes para erradicar el problema y la mala imagen". El consejero tildó el complejo eléctrico insular de "débil y aislado".

Gesa atenderá las reclamaciones de los afectados, pero el enfado en las islas es patente. La patronal de restaurantes prepara una acción para plasmar sus quejas por el séptimo gran apagón padecido en Mallorca en seis años.

Mientras, los operadores turísticos y los hoteleros auguran que pueden recibir cientos de quejas y demandas de compensación por parte de sus clientes. Los turistas de Centroeuropa controlan con escrupulosidad las condiciones de los paquetes vacacionales que adquieren y pugnan contra las incidencias e incumplimientos de contratos que se producen.

En Mallorca se vivieron el lunes decenas de miles de pequeños problemas individuales. Los comerciantes denunciaron graves pérdidas por el bloqueo de sus cajas registradoras. En los hoteles fue grave la paralización de neveras, sistemas de refrigeración y distribución de agua en los baños. Sobre todo, ha caído un notable lamparón sobre la imagen de una comunidad turística que pretende ser puntera. En lugares residenciales, rurales aislados y litorales alejados las incidencias se agravaron.

Más de 2.000 personas reclamaron ayuda a los servicios de emergencia.De las llamadas, 27 eran de personas que habían quedado atrapadas en ascensores y en las que fue necesaria la actuación de los bomberos. En ningún momento, según el centro de emergencias, se registraron incidentes de gravedad. El aeropuerto de Son Sant Joan también permaneció entre 10 y 15 minutos sin energía, lo que afectó a la refrigeración. Sin embargo, Son Sant Joan dispone de su propia central, lo que evitó que el apagón afectara a las operaciones aéreas.

Bartolomé Reus, durante la rueda de prensa que concedió ayer.
Bartolomé Reus, durante la rueda de prensa que concedió ayer.TOLO RAMÓN

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