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Aznar insta a los presidentes autónomos del PP a "suprimir localismos" en la educación

Del Castillo y Arenas vigilarán que en sus autonomías predominen "las mismas líneas"

José María Aznar, presidente del Gobierno y del PP, ha instado a los presidentes de las comunidades autónomas en las que gobierna su partido a que "supriman todos los localismos" de los programas educativos que se impartan en su territorio. Les ha reclamado que se "ocupen personalmente" de que la adaptación a sus autonomías de los decretos que desarrollan la Ley de Calidad sigan esa pauta, en la que "priman los contenidos concretos" y un nivel de "exigencia" que permita "recuperar la cultura del esfuerzo y el mérito". Para garantizar que esta petición no cae en el olvido, el presidente ha encargado a la ministra de Educación, Pilar del Castillo, y al secretario general del PP, Javier Arenas, que "coordinen" que en todas las autonomías gobernadas por el PP predominen "las mismas líneas educativas".

La reforma educativa es uno de los legados que Aznar quiere dejar de su etapa como presidente del Gobierno. La reforma de las Humanidades fue uno de los dos proyectos legislativos que su partido no logró sacar adelante en su primera legislatura, al no contar con mayoría absoluta. Por eso, antes de que concluya ésta y él deje La Moncloa, pretende dejar ese asunto cerrado.

Para ello, va a encargar a los presidentes de las comunidades autónomas del PP que sigan la pauta marcada en los decretos que aprobó el Consejo de Ministros el pasado 27 de junio, que "refuerzan" la enseñanza de la Historia, la Literatura, y la Geografía de España, Europa y el mundo, así como los contenidos de Matemáticas, Ciencias y Lengua. Son los reales decretos de "enseñanzas comunes", "no mínimas" como se denominaban hasta la Ley de Calidad. Se trata de las que deben impartir todas las autonomías y que representan el 65% del currículo en las comunidades no bilingües y el 55% en las bilingües.

"Visión nacional"

Aznar ha pedido a los presidentes de las autonomías populares que se encarguen "personalmente" de que los ciudadanos perciban que en sus comunidades la educación "suprime localismos y contenidos superfluos". Los programas en las autonomías del PP deben, según el encargo de Aznar, tener "una inequívoca visión nacional" en las áreas de Historia, Geografía y Literatura. "No tiene sentido que los niños estudien el Alberche y el Jarama antes de saber cuáles son los principales ríos de España y del mundo, y ésa no es una cuestión ni de izquierdas ni de derechas, es de cultura general", aseguran fuentes del PP. Y tiene muy poca lógica, añaden, que los programas de humanidades aprobados en 2000, al principio de la legislatura, no estén ya totalmente implantados.

Aznar da tanta relevancia a este asunto que ha pedido a la ministra de Educación, Pilar del Castillo, y al secretario general del PP, Javier Arenas, que busquen una fórmula para que, dentro del partido, se ponga en marcha "un mecanismo de coordinación interna" para que "predominen los mismos criterios educativos" en los programas curriculares de todas sus autonomías. El presidente del Gobierno, según argumentan en el PP, cree que "carece de sentido común" que una "errónea interpretación" de la importancia de las comunidades autónomas lleve a que los niños dediquen las horas lectivas a "localismos tan poco relevantes como cuáles son los deportes autóctonos de su región en detrimento de contenidos académicos fundamentales".

Esa tendencia hacia los localismos que Aznar quiere suprimir se produce ahora también, según el presidente, en dos autonomías gobernadas por el PP: Galicia y la Comunidad Valenciana, debido a que en ellas es más amplia la parte del currículo de la autonomía, al tener ambas lengua propia y autores en esa lengua. En el PP dicen que Aznar no pretende eliminar esas enseñanzas, sino que se gradúe cuál es su relevancia real para que no se dejen de lado contenidos básicos.

La ronda de entrevistas que Aznar ha comenzado esta semana con los presidentes autonómicos servirá para avanzar en este encargo que, como líder del partido, el jefe del Ejecutivo ya ha hecho llegar, como mensaje político, a los suyos. Eso sí, Aznar no ve factible que el resto de las autonomías sigan su criterio. Sí cree que, a medio plazo, los ciudadanos valorarán su apuesta por la "enseñanza de calidad y los contenidos serios" donde gobierna el PP.

Pilar del Castillo, ministra de Educación y Cultura.
Pilar del Castillo, ministra de Educación y Cultura.ULY MARTÍN

Un aluvión de conceptos

La reforma de los contenidos mínimos fue la primera misión de Pilar del Castillo al frente del Ministerio de Educación. En diciembre de 2000, la ministra cambió todas las asignaturas de la ESO y el bachillerato en la polémica "reforma de las humanidades". Ahora las ha retocado a la vez que ha modificado las de educación primaria e infantil, y lo ha hecho en la misma línea que entonces: hacer los contenidos más detallados y centrarlos en las cuestiones conceptuales, quitando la mayoría de los que hacían referencia al aprendizaje de procedimientos y actitudes.

Así, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) se ha ocupado de garantizar que, por ejemplo, un alumno tenga que estudiar entre 5º y 6º de primaria (de los 10 a los 12 años), en la asignatura de Ciencias, Geografía e Historia como contenidos mínimos o "enseñanzas comunes" los siguientes temas (a los que hay que añadir la parte que les corresponde poner a las comunidades): "funcionamiento y cuidado del cuerpo; clasificación de los seres vivos; las cadenas alimentarias; las poblaciones, comunidades y ecosistemas; la industria alimentaria; la ciencia: presente y futuro de la sociedad; las capas de la tierra; la luz como fuente de energía; las máquinas y aparatos en la vida cotidiana; España y su diversidad paisajística; la población de España; concepto de energía; economía, mundo laboral, actividad y funciones de la empresa; Prehistoria y Edad Antigua en España; España Medieval, España en la Edad Moderna, la monarquía de los Reyes Católicos, los grandes descubrimientos geográficos, el Renacimiento, el Siglo de Oro y la Ilustración; la España Contemporánea, y la España en Europa".

Algunas comunidades (como el País Vasco, Cataluña y las gobernadas por el PSOE) así como CC OO, UGT y la confederación de padres progresistas han criticado esta "sobrecarga" de contenidos y su "alto nivel de concreción", lo que no permite a los profesores y centros adaptarlos a su tipo de alumnado.

También es llamativo el extenso temario "mínimo" de Historia de 4º de la ESO: "Los Reyes Católicos; el Renacimiento, la Europa de Carlos V y la Monarquía de Felipe II; la Europa del Barroco, el Siglo de Oro español; el Siglo de las Luces; la crisis del Antiguo Régimen, el liberalismo; la revolución industrial; la España del siglo XIX; la época del imperialismo; el periodo entreguerras, la revolución rusa; la España en el primer tercio del siglo XX; la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias; la hegemonía de EE UU, la construcción de la UE; el mundo comunista; España durante el franquismo, y la España democrática".

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