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Entrevista:MANUEL ATIENZA | Miembro de la Comisión de Reproducción Asistida

"No veo problema ético en crear embriones para la investigación"

Manuel Atienza (Oviedo, 1951) considera que la postura de la Iglesia católica sobre los embriones humanos es el principal obstáculo que impide un consenso sobre su utilización para la investigación. Atienza, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Alicante y miembro de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, califica de "irrazonable" el argumento de la Iglesia según el cual el preembrión es una persona moral en el mismo sentido, exactamente, en que lo es un ser humano adulto. Atienza ha participado en el curso de Periodismo Científico organizado por la Escuela de Periodismo UAM/EL PAÍS y la Fundación BBV.

Pregunta. El Ministerio de Sanidad se plantea modificar la Ley de Reproducción Asistida para permitir los experimentos con células madre procedentes de embriones congelados. ¿Ve cercana esa modificación?

"El Gobierno pretende evitar frentes que le resulten incómodos cara al público"

Respuesta. Creo que la ministra de Sanidad, Ana Pastor, tendrá dificultades para llevar esto adelante, porque choca con las creencias de miembros prominentes de su partido, de los familiares de éstos y de la Iglesia católica. Últimamente parece que el Opus Dei haya puesto a toda su gente a escribir en contra de la investigación con embriones humanos. De todas formas, creo que a la larga, y a lo mejor a la corta, va a prevalecer la postura más liberal. A lo mejor tendrá que ver en esto el regalo que ha hecho el Gobierno a la Iglesia católica al potenciar el peso de la asignatura de Religión con la Ley de Calidad. Esta medida constituiría una manera de compensar a la Iglesia por el enojo que le puede suponer el hecho de que se apruebe la nueva ley.

P. El hecho de que se plantee esta modificación de la ley cuando ya no queda tiempo para tramitarla y aprobarla en esta legislatura se ha interpretado desde el PSOE como una táctica dilatoria. ¿Cree que es así?

R. Efectivamente, creo que la táctica del Gobierno es ganar tiempo. Seguramente la ministra es partidaria de cambiar la ley, pero las opiniones en contra que hay dentro de su Gobierno son poderosas. Lo que pretende el Gobierno es evitar frentes que le puedan resultar incómodos ante la opinión pública. Seguramente el argumento que más ha influido en la actitud de Pastor es el millón y medio de firmas que los diabéticos le han hecho llegar para que permita la investigación con células embrionarias.

P. La ministra también ha mencionado en los últimos días los informes de las comisiones de bioética y de reproducción humana que avalan este tipo de experimentos.

R. Sí, aunque en el caso de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, a la que pertenezco, no creo que el Gobierno tenga mucho interés en contar con ella. De todas formas, sí es destacable que se haya logrado un consenso básico sobre el tema, que parte de la idea de que el embrión humano es un bien que merece protección desde el momento de la concepción, pero que no tiene el mismo valor en las distintas fases de su desarrollo. Lo que es irrazonable es la postura de la Iglesia, que no ve ninguna diferencia, desde la perspectiva moral, entre una persona adulta y un preembrión en la fase del blastocito, que no es más que una bola de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler. El problema en España es la Iglesia católica, que no es razonable frente a esta cuestión. Quizás necesitamos que haya más católicos valientes y con coraje.

P. ¿Aceptaría usted la clonación?

R. No creo que hubiera ningún problema ético en la creación de embriones para la investigación; es decir, en la clonación terapéutica. Lo razonable es que, si tenemos embriones congelados sobrantes, no creemos más para investigar con ellos. Pero, si hubiese que crearlos, no veo ningún problema en ello. En cuanto a la clonación reproductiva, creo que debe haber una moratoria. Hoy por hoy, debe estar prohibida, pero en el futuro no es difícil imaginarse alguna circunstancia, por supuesto excepcional, en la que estuviera justificada la clonación reproductiva.

P. Usted fue uno de los dos miembros de la Comisión de Reproducción Asistida que en su informe favorable a la investigación con células madre embrionarias defendieron que no sería necesario cambiar la ley de 1988.

R. Exactamente. Lo defendimos porque creemos que bastaría con una mera interpretación inteligente y sensata de la ley vigente. La actual ley sólo permite la investigación con células procedentes de embriones si éstos no son viables para la reproducción. A mi entender, bastaría considerar también no viables aquellos embriones sobrantes de las técnicas de reproducción asistida que llevan más de cinco años congelados. La ley establece que ya no pueden ser implantados en un útero, aunque no precise qué se va a hacer con ellos. Son, por tanto, inviables para lo que fueron creados, y lo mejor es utilizarlos para la investigación antes que destruirlos.

Manuel Atienza, en el curso de Periodismo Científico en Alameda del Valle, Madrid.
Manuel Atienza, en el curso de Periodismo Científico en Alameda del Valle, Madrid.SANTI BURGOS

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