Los demócratas piden una investigación sobre la acusación falsa de EE UU a Irak
El presidente estadounidense reitera que su país hizo lo correcto al atacar a Sadam
"¿Nos engañó conscientemente el Gobierno?", se preguntaba ayer en el Capitolio la congresista demócrata Janice Schakowsky. Su partido parece despertar del letargo opositor y exige ahora la creación de una comisión independiente para investigar las falsas acusaciones de la Casa Blanca contra Irak en el terreno nuclear, algo que los republicanos consideran "un asunto menor". Mientras tanto, los miembros del comité que investiga los fallos de los servicios de espionaje antes del 11 de septiembre se quejan de falta de colaboración por parte del Gobierno de George W. Bush.
El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, proporcionó por la mañana un elemento que ha enfurecido aún más a la oposición demócrata. Durante una comparecencia ante un comité del Senado, dijo: "No actuamos contra Irak por haber descubierto nuevas pruebas claras sobre su búsqueda de armas de asesinato masivo. Actuamos porque contemplamos las pruebas que ya teníamos a través del nuevo prisma de la experiencia del 11-S".
Para el líder de la minoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, que la Casa Blanca reconozca que algunas de sus acusaciones contra Irak se basaban en informaciones falsas "es una admisión muy importante, es un reconocimiento de que se nos dio información fraudulenta, y es una razón más para exigir una investigación completa".
Carl Levin, el senador demócrata de mayor rango en el Comité de Servicios Armados, exigió también al Gobierno que explique por qué Bush incluyó en su discurso del estado de la Unión de enero "una acusación que los servicios de inteligencia sabían que era falsa". La Casa Blanca intentó defenderse a través de un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Michael Anton, que habló de "otros elementos de los servicios de inteligencia", más allá de los documentos falsificados, que avalaban la acusación sobre las maniobraras de Irak para intentar comprar uranio en África.
Hasta ahora, los demócratas no parecían interesados en esta investigación para no arriesgarse a que se vuelva contra ellos si las tropas de EE UU encuentran de repente un arsenal de armas químicas y biológicas. A medida que el tiempo pasa, su interés por investigar aumenta. Frente a ellos, los republicanos han impedido e impedirán en la medida de lo posible cualquier examen político de los acontecimientos. Tom DeLay, el líder de la mayoría conservadora en el Senado, se refirió ayer a la polémica sobre el uranio africano como "un pequeño error sin importancia". "Las razones por las que fuimos a Irak son moralmente sólidas", agregó.
La comisión independiente que piden los demócratas sería similar a la que aceptó la Casa Blanca para investigar posibles fallos en el espionaje antes del 11-S. Sin embargo, esta comisión se queja ahora de falta de colaboración por parte del Gobierno de Bush.
El presidente de la comisión, Thomas Kean, antiguo gobernador republicano de Nueva Jersey, no quiso hablar de "bloqueo intencionado", pero dijo: "Pregúntemelo de nuevo dentro de un par de meses". Sus quejas pretenden conseguir que diferentes instancias del Gobierno faciliten a la comisión los documentos y los testimonios que llevan meses solicitando.
La comisión lamenta que les hayan impuesto condiciones para el acceso a documentos y critica a los departamentos de Justicia y Defensa por falta de colaboración. Sorprendentemente, el Departamento de Justicia se niega a permitirles entrevistar a agentes federales si no es en presencia de un alto cargo de ese organismo, lo que, según Kean, "es una forma de intimidación". Resulta paradójica la similitud de esta condición con la que imponía el régimen de Sadam Husein, que sólo permitía entrevistas con sus científicos si era en presencia de agentes del Gobierno.
Los resultados de la investigación deberían facilitarse en mayo de 2004, es decir, cinco meses antes de las elecciones presidenciales y, por tanto, en un momento políticamente incómodo para Bush si las conclusiones son negativas.
En una conferencia de prensa durante su gira africana, Bush aseguró ayer en Pretoria haber hecho lo correcto al atacar Irak, pese a que no se ha demostrado todavía que ese país poseyera las armas de destrucción masiva, informa Pía Díaz. Consultado sobre si todavía cree que Irak intentaba comprar uranio en África, Bush fingió entender mal la pregunta y contestó: "¿Si (Sadam Husein) está intentando comprar uranio? Ahora no está intentando comprar nada, está fugado".
El presidente agregó que está seguro de que Sadam tenía un programa de armas de destrucción masiva. "Y en el 2003, una vez que el mundo le exigió que se desarmara, nosotros decidimos desarmarlo a él. Y estoy convencido de que el mundo es un lugar mucho más seguro y pacífico como un resultado de esas acciones".
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