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El Gobierno del PP incumple su compromiso para solucionar la crisis del hospital Clínico

Ana Pastor anuncia que el Instituto Guttmann será un centro de referencia en neurología

Miquel Noguer

La grave crisis del hospital Clínico de Barcelona no tiene fecha de solución. La reunión de ayer entre la ministra de Sanidad, Ana Pastor, y el consejero Xavier Pomés no desbloqueó la situación del hospital y ni siquiera permitió acordar el anunciado plan estratégico para reducir el déficit del centro. La presidenta del patronato del Clínico, Julia García-Valdecasas, se comprometió hace un mes a tener listo el plan "a finales de junio", una promesa que la ministra se niega a asumir. Por otra parte, Pastor anunció que el Instituto Guttmann se convertirá en un centro de referencia en neurología.

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"Ni yo ni el consejero Pomés hemos dicho nunca que el plan estaría en junio", afirmó Pastor al ser preguntada por qué todavía no se había presentado el plan estratégico para acabar con el acuciante déficit del centro. En su comparecencia ante la prensa, la ministra de Sanidad se limitó a recordar el "compromiso" del Gobierno para garantizar el futuro del hospital, sus prestaciones y su nivel de excelencia. Pero no dijo ni una palabra del plan con el que Julia García-Valdecasas prometió enderezar la economía del hospital y que debía ser presentado "a finales de junio".

García-Valdecasas, presidenta del patronato del Clínico y delegada del Gobierno en Cataluña, se comprometió a ello el pasado 10 de junio durante la presentación de Joan Rodés como nuevo director general del centro. En aquella comparecencia estaban a su lado el director general del gospital y el consejero de Sanidad, Xavier Pomés. Ayer, Pomés pidió "agilizar" el trabajo de los técnicos que elaboran el plan, pero no quiso decir nada sobre el retraso en su presentación. Sí anunció que en septiembre se nombrará un gerente para pilotar la nueva etapa económica del hospital.

La viabilidad del Clínico pasa, a juicio de su director general, Joan Rodés, por derivar a otros hospitales los pacientes con dolencias poco graves para centrarse en los tratamientos más complejos.

En los últimos años la situación económica del centro se ha ido deteriorando a causa de su mal sistema de financiación y problemas de gestión internos. En 1994 el centro congeló su deuda histórica con la Seguridad Social, que ascendía a 120 millones de euros. Pero el funcionamiento del hospital volvió a generar déficit: 11 millones de euros en 2000, 17 en 2001 y 31 millones durante el pasado ejercicio.

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Déficit insostenible

Este déficit siempre ha sido asumido por el Ministerio de Sanidad, que, junto a la Diputación y la Universidad de Barcelona, forma parte del patronato del hospital. El ministerio, sin embargo, no quiere seguir aportando tanto dinero, por lo que pidió al Servicio Catalán de la Salud (SCS), principal cliente del hospital, que aumente las tarifas que paga al centro por los pacientes que allí envía.

Para conseguir este objetivo, la Generalitat entrará a formar parte del patronato del hospital y ya participa en el comité que elabora el plan estratégico del mismo. Sin embargo, todavía no está claro qué papel ejercerá esta Administración en el nuevo patronato ni cómo incrementará sus aportaciones económicas.

De momento, el hospital debe cambiar sus estatutos para permitir la entrada de la Generalitat, algo que tampoco tiene una fecha clara. Actualmente, el 90% de los ingresos del centro llegan a través del SCS. Entre los proyectos que baraja la nueva dirección del hospital para sanear sus finanzas está el de permitir que fundaciones y entidades privadas colaboren en la gestión del centro.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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