Sin comedor social por llevar escolta

Isidoro Vinagre devora estos días los cigarros como si fueran un producto de primera necesidad. Este delineante de 28 años conoce bien y de primera mano lo que es la mirada de la necesidad, la pobreza y la exclusión. Lleva más de diez años ayudando como voluntario en un comedor social que regentan los franciscanos cerca del barrio chino de Bilbao. "Creo que estos diez años no han valido para nada, y todo por tomar una decisión política", aseguraba ayer en un parque de Bilbao mientras rebuscaba en sus bolsillos otro pitillo.

Isidoro Vinagre fue cabeza de lista por el PP en el municipio vizcaíno de Arrigorriaga en los pasados comicios locales. Y salió elegido. Automáticamente, Vinagre pasó a engrosar la lista de esas cerca de 1.000 personas que van acompañadas por decreto de la organización terrorista ETA con una sombra que vela por su integridad física.

El nuevo representante público del PP tenía claro desde que se decidió a encabezar la lista electoral popular el peaje que debía soportar si salía elegido. Lo que nunca llegó a sospechar es que el hecho de tener que llevar escolta iba a terminar con una relación que ha durado una década con la cara menos amable del nuevo Bilbao. "Los 20 primeros días que fui al comedor no hubo ningún problema. Mi escolta entraba conmigo y todo iba como siempre. El miércoles pasado, lo dejé. Se me acercó el responsable de los franciscanos del centro y me trasladó que habían mantenido una reunión y habían decidido que el escolta no podía estar dentro del recinto, ni más ni menos. Lo dejé", recuerda Vinagre.

"Que se quede fuera"

La orden franciscana reconoció ayer la decisión adoptada con Vinagre, pero precisó que en ningún momento se le había impedido al edil popular seguir prestando su labor de voluntariado social en el comedor, y menos por su afiliación política. Simplemente, según los franciscanos, se le indicó que "nos parecía conveniente que el escolta se quedara fuera, ya que algunos voluntarios se habían sentido molestos".

El PP movilizó ayer todos su resortes para denunciar la situación del edil agraviado. El vicesecretario del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha remitido una carta al provincial franciscano, José María Arregui, para pedirle explicaciones y solicitar que se revoque la decisión. Vinagre fue ayer noticia en los informativos nacionales. "Tengo que agradecer al PP y a todos los compañeros del comedor que me han trasladado su solidaridad", reconoció. Pero no podía ocultar la "frustración y el dolor" que le ha supuesto verse apartado de una labor que ha realizado desde que tenía mayoría de edad. "No te puedes imaginar la terapia psicológica y lo que yo he aprendido ahí en estos diez años. Lo pobres me han enseñado a valorar las cosas de otra forma. Ahora, lo han tirado por la borda, todo", se lamentaba Vinagre mientras daba otra calada a su último cigarro.