Val del Omar documenta las Misiones Pedagógicas en la España de los años 30
José Val del Omar, pionero del cine experimental, fotografía el pueblo de Pitres, en las Alpujarras granadinas, durante la visita de las Misiones Pedagógicas en 1933. Es la primera imagen y la del catálogo de la exposición Val del Omar y las Misiones Pedagógicas, abierta hasta el 27 de julio en la Residencia de Estudiantes, de Madrid (Pinar, 23, www.residencia.csic.es), que procede de Murcia. En dos salas figuran los documentos originales sobre Val del Omar (Granada, 1904-Madrid, 1982) y su vinculación a las Misiones Pedagógicas a partir de 1931, en la difusión de la cultura entre la población rural, y en una tercera se proyectan documentales sobre las misiones en pueblos de la región de Murcia, la semana santa y las fiestas de primavera, entre 1934 y 1935, que han sido restaurados.
La exposición, comisariada por Gonzalo Sáenz de Buruaga y Piluca Baquero Val del Omar, en una producción de la presidencia de la región de Murcia, contiene piezas del archivo familiar de Val del Omar, de la Residencia de Estudiantes, de la Fundación Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza) y del patronato Carmen Conde-Antonio Oliver, de Cartagena.
Tres copias de cuadros de Velázquez, Goya y Ribera, realizadas por Ramón Gaya y Esteban Vicente, forman parte de la historia de las Misiones Pedagógicas, que tenían como objetivo "difundir la cultura general, la moderna orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares, con especial atención a los intereses de la población rural". En las distintas secciones, como los servicios de bibliotecas y cine, el teatro del pueblo y el museo circulante, participaron numerosos intelectuales, como Luis Cernuda, Rafael Dieste, Antonio Sánchez Barbudo, Ramón Gaya, María Zambrano, Alejandro Casona, Carmen Conde, María y Matilde Moliner, Eduardo Vicente y José Val del Omar.
Rostros populares
Estos personajes aparecen con frecuencia en la exposición, a través de cartas y, sobre todo, de imágenes tomadas o atribuidas a Val del Omar durante los viajes de las misiones, que se presentan en conjuntos de fotos diseñados por el autor y en otras ocasiones con los contactos fotográficos. El cineasta desempeñaba tareas en el museo circulante, en las proyecciones cinematográficas y de diapositivas y en la toma de millares de fotografías de la labor misionera y el rodaje de más de cuarenta documentales, casi todos perdidos en la guerra civil.
Los viajes están documentados desde la misma llegada de los camiones a los pueblos, el montaje de los espectáculos y una mayor presencia del público asistente, con los rostros populares de la España de los años treinta.
El cine, según Val del Omar, tenía dos vertientes, "una, sagrada, alentada por los poetas, podía provocar el ascenso de los espectadores hacia la luz; la otra, profana, cultivada por una humanidad de autómatas, les reducía a permanecer en las tinieblas".
Junto a esta espiritualidad, Val del Omar desarrolló desde joven unas avanzadas concepciones técnicas, como el objetivo de ángulo variable (zoom), la pantalla cóncava, la imagen apanorámica y la iluminación táctil. Su obra más conocida es el Tríptico elemental de España, formado por Aguaespejo granadino (1953-55), Fuego en Castilla (1958-60), premiada por sus efectos técnicos en el Festival de Cannes de 1961, y Acariño galaico (De Barro), de 1961 y 1981-82, recuperada en 1995.
El catálogo, con la reproducción de las obras expuestas, contiene artículos de Ramón Gaya (sobre su experiencia en las misiones), Gonzalo Sáenz de Buruaga (las misiones en Murcia), Jordana Mendelson (la imagen de España en los años treinta), María García Alonso (genealogía de las misiones), Antonio Viñao (las misiones en Murcia entre 1932 y 1945), Joaquín Cánovas e Isabel Durante (los documentales en Murcia) y Javier Herrera, sobre el documental Fiestas cristianas / Fiestas profanas.
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