Unas operadoras muy aceleradas
Telefónica Móviles intenta acortar distancias con Tercel, el líder del mercado mexicano
La compañía española Telefónica Móviles cuenta con aproximadamente el 9,2% del mercado mexicano (2.500.000 usuarios), multiplica sus inversiones para consolidarse como segunda operadora, después de un acelerado arranque, y tratará de acortar distancias con la primera, Tercel, filial del gigante Teléfonos de México (Telmex), que controla el 77,6%, (20.753.000 clientes). Pero la compra de la tercera, Iusacell, complica el panorama.
La compañía española no estará en condiciones de presentar batalla a la filial de Telmex hasta dentro 12 o 16 meses, según Merrill Lynch
La cuantía de abonados varía, según la fuente, pero Telmex, la empresa liderada por el mexicano Carlos Slim, es hoy imbatible. Según Merrill Lynch, hasta dentro de año o año y medio los españoles no estarán en condiciones de presentarle batalla. Figura como tercera operadora Iusacell, con el 7,6% y 2.036.000 usuarios, que fue comprada recientemente por el mexicano Ricardo Salinas.
Salinas tiene un 46,5% de Unefon, cuarta operadora, con 1.513.000 usuarios, y el paquete mayoritario de Televisión Azteca, segunda cadena nacional. Su operación ha alterado la correlación de fuerzas en un sector donde se combate a cara de perro por dotar de un móvil al mayor número posible de los 100 millones de mexicanos. Incapaces de aguantar la dura competencia, fundamentalmente de Telcel, y sin ganas de seguir invirtiendo sin garantías sobre los resultados, la estadounidense Verizon y la británica Vodafone salieron de Iusacell, de la que tenían el 73,9%. La pugna enfrenta ahora a los capitales de dos empresas locales con los de la telefónica española, que invertirá 1.500 millones de dólares en el bienio 2003-2005.
Red GSM
"Confiamos en nuestro proyecto, inversiones y despliegue", dicen en la compañía. El despegue de Movistar, la operadora resultante de la compra, en 2002, del 65% de la firma local Pegaso por Telefónica, obligó al traslado de la sede de Monterrey a Ciudad de México; y a un peliagudo cambio de marca, de sistema comercial, de imagen e informático. "Los resultados vendrán cuando empecemos a vender". De entrada, va a invertir 600 millones de dólares en una red GSM (Global System For Mobile Communication).
Pero la operación que modificó la situación del mercado ocurrió en Iusacell, que tratará de integrar en su clientela a los dos millones de abonados de Unefon. Echando mano de la caja de TV Azteca, según los analistas, Salinas compró la firma de móviles por 10 millones de dólares, asumiendo un pasivo de 811 millones, a través de Móvil@access, perteneciente a su grupo. "El continuo dinamismo en el desatendido mercado mexicano de telefonía inalámbrica (...), la amplia infraestructura de telecomunicaciones de Iusacell y un sólido proyecto de negocio nos permitirá dar un giro positivo", dijo el empresario en un comunicado. Las fuentes consultadas dudan de que así sea, "pero imaginamos que Salinas habrá echo bien las cuentas". Un acuerdo entre Unefon y la canadiense Nortel Networks, su principal proveedor de equipo, y acreedor, sobre los litigios pendientes, abre el camino a una fusión de Unefon con Iusacell, según Merrill Lynch.
De todas formas, no se trata de la simple suma de abonados para colocarse como segunda operadora, desplazando a Telefónicas Móviles. "Las dos empresas pueden tener la misma tecnología, pero las frecuencias son diferentes", dijeron las consultadas. La integración es difícil y consume tiempo y energías, porque el mercado es duro y complicado y la reorganización tiene mil aristas. "Todo eso se hace con dinero y tiempo, y Salinas no parece tener ganas de invertir más. Imagino que habrán pensado en algún financiero".
El mercado es tan complicado que Vodafone ha admnitido haber abandonado México desanimada por la supremacía de Telcel.
Iusacell, creada por la familia Peralta hace una década, presta servicios de radiolocalización, larga distancia y satélite, transmisión de datos y telefonía pública y rural.
La compañía ahora controlada por Salinas ha registrado fuertes pérdidas en los últimos años, chocó con los acreedores, y en mayo suspendió el pago de 25 millones de dólares en intereses de una emisión de bonos de 350 millones de dólares que vence en 2006. Los analistas se preguntan cómo podrá afrontar Salinas, sin causar problemas a su grupo, pasivos superiores a 800 millones y los desembolsos necesarios para crecer.
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