Las discográficas denunciarán a quienes descarguen música ilegalmente
Las discográficas no se dan por vencidas. En su batalla por controlar y eliminar el tráfico ilegal de música por Internet, han decidido atacar directamente a los usuarios. La industria estadounidense ha anunciado que en los próximos meses interpondrá cientos de demandas contra los cibernautas que compartan gratuitamente archivos musicales en la Red, acusándolos de violar las leyes sobre derechos de autor. Los principales sellos han adoptado esta táctica tan agresiva, pese al riesgo frente a sus consumidores, para evitar seguir perdiendo dinero en ventas.
"Cualquier individuo que siga robando música por Internet se arriesga muy seriamente a enfrentarse a la industria", advirtió Cary Sherman, presidenta de la Asociación de Discográficas de América (en inglés RIAA), que reúne a los principales sellos de la industria. Descargar música gratuita de Internet "está mal y es ilegal", dijo Sherman, "no sois anónimos, vamos a empezar a tomar nombres", amenazó.
El nuevo ataque legal tiene dos objetivos: los usuarios y los proveedores de servicios de Internet. No descarta incluso incluir a menores. Los abogados de la industria empezarán a buscar a los cibernautas que compartan más archivos en la Red, intentarán localizarlos y ponerles una demanda. Esperan presentar sus primeros casos dentro de dos meses.
El pasado abril, la RIAA ya mandó mensajes a los usuarios de las páginas web más populares, Kazaa y Grokster, advirtiéndoles de que estaban "intercambiando música protegida por los derechos de autor".
Sentencias
Legalmente, las discográficas se amparan en la reciente sentencia de un tribunal federal que obligó a la telefónica Verizon, que también provee servicios de Internet, a desvelar la identidad de cuatro de sus abonados, cuatro estudiantes a los que la RIAA había denunciado por distribuir a sus compañeros de Facultad miles de archivos musicales gratuitos. El caso no se ha decidido, Verizon recurrió la decisión judicial.
La RIAA decidió adoptar esta nueva táctica tras sus numerosos fracasos por forzar el cierre de páginas como Kazaa o Morpheus, que permiten a dos usuarios intercambiar contenidos por la Red. Una reciente sentencia de un tribunal de Los Ángeles determinó que estos servidores no podían ser declarados responsables de los contenidos que se intercambiaban en su plataforma.
Técnicamente, el nuevo ataque de las discográficas es un trabajo de colosos. Millones de personas se conectan diariamente a los servidores musicales pero la industria espera que algunos casos ejemplares, elegidos al azar, sean ejemplares. "A nadie le gusta mucho esto", dijo David Munns, directivo de EMI, "pero estamos siendo atacados y no podemos ignorarlo". Los principales sellos calculan que el año pasado perdieron un 7% en ventas (en total 32.000 millones de dólares) por la piratería en Internet.
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