Los combates de Liberia alcanzan la Embajada de EE UU y provocan decenas de muertos
Las tropas rebeldes buscan tomar la capital y el presidente Taylor dice que resistirá
Monrovia sufre desde el martes por la noche una feroz ofensiva de las tropas rebeldes, que ayer, por primera vez, combatieron en el centro de la ciudad, según relataron miembros de Cruz Roja desde la capital liberiana. Un ataque con morteros alcanzó un terreno de la Embajada de EE UU, donde se alojaban miles de desplazados, causando al menos 15 muertos y más de 30 heridos. El grupo rebelde Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) anunció que no parará hasta tomar la capital, mientras el presidente Charles Taylor dice que resistirá.
"La situación es desesperante. Ahora hay luchas en el centro de la ciudad", afirmaba ayer Virginia de la Guardia, barcelonesa miembro de la Cruz Roja, desde el búnker de una residencia de Monrovia. En la superficie, las fuerzas del LURD libraban cruentos combates con morteros y lanzamisiles. Anoche se desconocía si los disparos que alcanzaron los terrenos de la Embajada de EE UU provinieron de rebeldes o leales al Gobierno. "El ataque causó al menos 15 muertos, pero las víctimas de los enfrentamientos en toda la ciudad serán muchos más", relató.
El precario alto el fuego firmado en Ghana hace una semana entre el presidente Taylor y el LURD estalló en pedazos el martes con los combates. Las tropas rebeldes, que controlan más de la mitad del país, rompieron la tregua tras la negativa del presidente de dejar el Gobierno el mes siguiente. "No pararemos hasta tomar el control de la capital", dijo ayer el LURD en Ghana, informa Reuters. Taylor afirmó por radio que resistirá y no dejará el poder. El presidente está acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Especial de Sierra Leona.
Los combates han afectado a una zona cercana a Monrovia donde se establecían ocho campos de refugiados, lo que ha provocado "un movimiento masivo de desplazados, hay miles por las calles, hay gente por todas partes", afirma De la Guardia. Las luchas de las últimas semanas ya habían llevado a varias decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, según la ONU.
"No sólo son los combates, ahora hay robos generalizados. Se saquea todo, desde tiendas a hospitales y materiales de las ONG", afirma Jordi Raich, de Cruz Roja, organización que realiza unas 30 intervenciones quirúrgicas diarias en uno de los pocos hospitales aún en funcionamiento. Justino Izquierdo, misionero español que trabaja en el hospital St. Joseph, teme ante el avance del conflicto. "El edificio del Catholic Relief Service fue objeto de vandalismo, cerca de él, unas misioneras debieron tirarse para evitar las balas perdidas", dice. "Nosotros podremos aguantar dos semanas con los suministros médicos y comida. Si no hay intervención de fuerzas de pacificación, esto será un caos".
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